Musical infantil para niños aletargados y sin inquietudes. La trama gira en torno al fin de la guerra y el esperado retorno al hogar, a la patria, a los Estados Unidos, simbolizando dicho retorno en un grupo de cantantes adolescentes que regresa en barco desde Europa.

La película es pura serie B, y resulta deplorable. Por esa misma razón, en algunas secuencias resulta muy interesante ver la pericia y la maestría en la realización de Anthony Mann para –sin actores, sin decorados, sin iluminación– conseguir rodar y ensamblar escenas visualmente armoniosas a base de colocar y mover la cámara de forma que casi parezca que existe un contenido.

El género musical mantenía una alta popularidad y todos los estudios intentaban reemplazar las estrellas anteriores a la guerra, ahora ya talluditas, con nuevos rostros frescos y juveniles, por lo que, cada estudio, desarrollaba su propia cantera. Así, esta película no parece sino un encuentro de futbol amistoso organizado por la RKO para ir probando las posibilidades de una de sus jóvenes promesas, Marcy McGuire, coprotagonista a la sombra de los veteranos Jack Haley y Anne Jeffreys. El resultado sería negativo. McGuire carece de encanto y desaparecerá muy pronto de los escenarios. Su estilo hiperactivo y de una comicidad histriónica –en la línea de Martha Raye o Betty Hutton, pero con menos gancho– no aportaba nada especial. Junto a McGuire recibe también cierto protagonismo al actor Glen Vernon –con el que interpreta a dúo el último número, Imagine Me–, que resulta igualmente olvidable.

El número más absurdo es musicalmente el más interesante. Corresponde al momento del despertar de los adolescentes en el barco, con los planos de la ducha matutina construidos con curiosos encuadres al bies, mostrando los pies de tres chicas salpicando mientras danzan tap bajo el agua.

Jack Haley parece desempeñar un rol cómico y Anne Jeffreys, además de cantar, aporta el elemento femenino y romántico. Jeffreys realizará una larga carrera en el género musical, pero sobre los escenarios de Broadway –Kiss Me, Kate, Bells Are Ringing, Kismet, Camelot, Pal Joey…–. A pesar de la liviandad de su voz, una de las canciones que interpreta, I'll Buy That Dream, será nominada aquel año al óscar a la Mejor Canción.