Cartel

Notas de Cine Musical

Productora/Distribuidora:
Paramount Pictures

Estreno: 18-08-1932

Duración: 104 min.

Subgénero: Narración musical

Tramo: C


Notas de Cine Musical
  • Coreografía


Love Me Tonight


(Ámame este noche)



¿Quién dirigió una película basada en una obra de dos dramaturgos franceses de entreguerras que, con diálogos chispeantes y canciones, narra amores románticos en ambientes aristocráticos y cuenta con Chevalier y MacDonald como protagonistas? ¡Tiene que ser de Lubitsch! Pues no, no lo es y, aunque parezca increíble, resulta mejor aún: es de Mamoulian, que desborda los límites teatrales y construye una película musical que, durante años, contendrá la fórmula que pocos conseguirán reproducir: alegría de vivir, integración de música con la vida cotidiana, construcción de secuencias rítmicas, saltarinas, donde cada movimiento es una coreografía; con una progresión cautivadora entre realidad y ensueño, todo ello aderezado con un magnífico reparto y un gran equipo técnico.

La película, salpicada de la cruda carnalidad Pre-Code, presenta mujeres liberadas, o liberándose, de tabúes sexuales y roles sociales mediante diálogos directos,

– [Para ver a un hombre] hiciste un agujero en una pared que tiene generaciones.
– También mi instinto tiene generaciones.

O de doble sentido,

¿Por qué has escogido ese caballo para el barón.
– Quiero saber cómo monta.
– Déjame probarlo a mí.

Y con una secuencia final en la que la chica manifiesta públicamente su deseo y persigue un tren a galope de caballo –literalmente, toma las riendas de su vida– para plantarse delante de la máquina de vapor en medio de la vía y conseguir al hombre que ama.

Los dos primeros minutos –desvelando, revelando cómo despierta una calle de París, con ritmos e imágenes armónicamente enlazados–, son antológicos, una proeza plástica, y muestran las posibilidades que Mamoulian entreveía para el cine sonoro usando el sonido como una ligazón más sofisticada que el relato. Sirve además para establecer una importante premisa en el género: desde el primer minuto, a ser posible desde los créditos, la obra ha de mostrar su intención ligera, alegre, musical.

https://www.youtube.com/watch?v=VinvK-xEhBg

Las buenas canciones se imbrican perfectamente con los buenos diálogos, y resulta difícil resaltar algún momento en particular, aunque el más representativo sea el número Isn’t It Romantic, en el que todo resulta genial, apabullantemente brillante: la concepción, la puesta en escena, el movimiento de la cámara, el montaje y la canción, que nace, tonta y alegre, y se contagia y expande –de Chevalier a un cliente, y de ahí a un taxista, y luego a un músico, y después a unos militares– y se transforma y reajusta su contenido, adaptándose al acento, al estilo, a la vida de cada interprete, uniendo en una única melodía a los aún desconocidos.

https://www.youtube.com/watch?v=GGNQ7TrVDrg

Otro gran número que ilustra cómo Mamoulian utiliza la canción para hacer progresar el relato es The Son of a Gun is Nothing But a Tailor, en el que, además de todas las virtudes cinematográficas mencionadas, ofrece una visión irónica y mordaz del clasismo, mostrando cómo los sirvientes son más clasistas aún que los aristócratas a los que sirven. Perfecta.

https://www.youtube.com/watch?v=zYR1QfFJ_Uw

La película será una de las cuatro ocasiones en que Maurice Chevalier y Jeannette MacDonald trabajen juntos. Las otras tres, todas bajo la dirección de Lubitsch, son: The Love Parade (1929), One Hour with You (1932) y The Merry Widow (1934).