Esta película provoca sensaciones encontradas. Tiene muchos elementos buenos, pero el conjunto es malo. Quiere innovar, liberarse de las convenciones, pero se queda sin marco ni emoción. La realización de Charles Walters es correcta. El guion del tándem Condem & Green, como siempre intachable. Kay Thompson realiza unos estupendos arreglos vocales y Robert Alton una buena labor con las coreografías. Así, con este gran motor, la película se mueve, acelera, incluso despega, pero en ningún momento llega a volar.

Como musical resulta agradable. Se aprecia el esfuerzo intentando modernizar el género: renovar las coreografías, dejar atrás el pasado y los años de guerra, ser atractivo para la nueva generación que estaba emergiendo, ajena a los usos y los bailes anteriores a 1940. Las coreografías se vuelven más corales, el vestuario se diluye en tonos pasteles, el guion no se olvida de Francia, compañera de batallas, pero ya no como cantera de las femme fatale. Se escribe un nuevo tema, The French Lesson, y se hacen guiños al aliado europeo, con Allyson en pantalla leyendo Los Miserables.

No todo era experimentar. La película es un remake de una película de 1930, basada a su vez en el exitoso musical de 1927 del famoso trío Henderson, DeSylva y Brown e incluye su tema más popular, The Best Things in Life Are Free, título que se utilizaría para el biopic de estos compositores (Curtiz, 1956). Pero, las canciones no enganchan. Peter Lawford, no engancha. June Allyson, en el rol de girl-next-door, aporta lo justo. Encajar a Lawford y a Allyson en papeles de jóvenes universitarios tampoco era sencillo. En 1947 Allyson contaba 30 años y Lawford, 27. Tampoco es que ostenten ningún record, pues Olivia Newton-John interpretará en Grease (Kleiser, 1978) el papel de la inocente adolescente teniendo 30 años y, su colega de reparto, Stockard Channing, con 34 –y, en todo caso, quien sostendrá esta la película será John Travolta–. Ni Lawford ni Allyson tienen la fuerza para sostener la parte musical y no resultan creíbles en sus papeles.

Como se ha mencionado, lo mejor de la película es el intento de renovación de mano de las coreografías de Alton, pero en cualquier caso están muy irregularmente interpretadas, como en Be a Ladies' Man.

El mejor número corresponde a otra canción creada expresamente para la película, Pass That Peace Pipe, liderado por la siempre un pelín pasada de vueltas Joan McCracken. McCracken estaría casada durante unos años (1952-1959) con Fosse. El número tiene lugar en un bar, no sobre un escenario, pero los bailarines, en vez de actuar para la cámara parece como si actuaran mirando al patio de butacas.