Cartel

Notas de Cine Musical

Productora/Distribuidora:
Warner Bros

Estreno: 26-03-1951

Duración: 92 min.

Subgénero: Profesionales

Tramo: -


Notas de Cine Musical
  • Producción
  • Música
  • Letra


Lullaby of Broadway


(Nana de Broadway)



Sería injusto buscar un único culpable por el resultado de esta obra. Habría que empezar por las flojas interpretaciones, el guion que se encalla a los cinco minutos, un humor ajado y la irregular selección de canciones, a pesar de estar extraídas del repertorio de Warren y Gershwin. Pero, con todo lo anterior, lo que más pesa a la obra es la floja dirección y el planteamiento anticuado, casi trasnochado, como musical. El realizador, Butler, nacido en 1894, era un veterano de la industria que había dirigido su primera película ¡en 1918! y carecía de experiencia en el género. Acaso fuese ese toque antiguo lo que facilitó que sintonizara con la rancia Doris Day, dirigiéndola en muchas de sus futuras películas. En cuanto a la interpretación de Doris Day, con su pelo amarillento, gestualidad de niña avejentada y sonrisa mecánica es como atravesar sin sombrero un desierto.

Los números musicales parecen estar concebidos un par de décadas antes. Están acreditados a LeRoy Prinz, coreógrafo de grandes películas sin especial coreografía, como Show Boat (Whale, 1936), y de películas populares con coreografías cuarteleras o irrelevantes, como Yankee Doodle Dandy (Curtiz, 1942), This Is the Army (Curtiz, 1943), Hollywood Canteen (Daves, 1944) Rhapsody in Blue (Rapper, 1945), Night and Day (Curtiz, 1946) o The West Point Story (Del Ruth,1950). Durante unos instantes, se vislumbra un oasis en la película pero, finalmente, todo queda en el clásico espejismo. La visión, acaso motivada por los primeros síntomas de deshidratación, se produce durante el número Somebody Loves Me, con Doris Day y Gene Nelson. En el número, Day está mostrando a unos productores la rutina para un nuevo espectáculo. En ese momento llega Nelson, que permanece observándola desde el otro lado de una puerta batiente de cristal. Cuando Day lo ve, inician un baile cómico, como un juego de espejo con reminiscencias de los Marx Bros, que llega incluso a integrar en la danza las hojas de la puerta y alcanza por unos segundos la emoción, la alegría, la complicidad, la espontaneidad y el equilibrio del gran musical.

https://www.youtube.com/watch?v=e_tUxemYkck

Gene Nelson canta y baila –siempre correcto, siempre frío; con mucha técnica y gestualidad pero ninguna empatía– Zing! Went the Strings of My Heart.

https://www.youtube.com/watch?v=fjtW5fdNNYE

En el número final, del que toma el nombre a la película, Lullaby of Broadway, Doris Day canta la famosa y pegadiza melodía con excesiva modulación y ninguna pasión, talmente como si no entendiera lo que está cantando, acompañada por el correcto baile de Gene Nelson.

https://www.youtube.com/watch?v=lxWRlr431Rw

Lo mejor de la película es su buena fotografía y la sobresaliente interpretación de una secundaria, Gladys George, veterana actriz de Hollywood que había debutado en 1919 y que aquí interpreta el papel de una antigua y famosa actriz de Broadway que, tras despeñarse en borracheras, escándalos y fracasos profesionales, para poder sobrevivir actúa, sin que su hija lo sepa, en un tugurio con resabios de cabaret –una precuela de este personaje podría ser el que la misma Gladys George interpretaba magistralmente en The Hard Way (Sherman, 1943)–. Esta sería la última película de George antes de morir, cirrótica, por lo que para construir su papel George contaba con su propia biografía. A pesar del extenso currículo de Hollywood como industria mistificadora, en su haber siempre aparecerá su implacable lucidez, rayana en la crueldad, para representar la decadencia de sus estrellas.