Tras el final de la Segunda Guerra Mundial las empresas estadounidenses volvieron a mirar de nuevo al mercado europeo –ahora, territorio conquistado al enemigo– para intentar recuperar a un público con el que quería estrechar lazos. En términos de película musical de Hollywood, Europa se representaba como París y, estrechar lazos, a que una chica rica de Texas –hija de francesa o, dicho de otro modo, de la Revolución Francesa–, como símbolo y representación de Estados Unidos, tuviera un romance con un joven pobre de París –locamente enamorado de ella, como Europa– y, naturalmente, se casaran.

Ninguno de los protagonistas –ellas, Jane Powell y Danielle Darrieux; ellos, Vic Damone, Wendell Corey y Fernando Lamas– posee el carisma para que la película se sostenga. Las canciones de Nicholas Brodszky y Sammy Cahn resultan planas. Nick Castle, acreditado como coreógrafo, realiza una labor irrelevante.

Entre las canciones, se puede mencionar Wonder Why, una balada juvenil de la época interpretada por el crooner Vic Damone.

Otro tema posible a reseñar es How D'Ya Like Your Eggs in the Morning. Como momentos de cine musical son, sin duda, los mejores de la película, pero es un número exento, metido en la trama con martillo y palanqueta. El número está interpretado por una estupenda banda invitada, The Four Freshmen, acompañada, sin que sumen nada al conjunto, por Damone y Powell.