Mae West había debutado en el cine tan sólo un año antes –Night After Night (Mayo, 1932) –, pero le precedía la fama ganada en los escenarios de New York desde donde proclamaba su visión liberal de la sexualidad y escribía diálogos de provocadora ambigüedad. Como era habitual en aquella época, su formación de canto y baile la había recibido actuando desde niña en espectáculos de vaudeville. La Paramount vio las posibilidades de la actriz y le ofreció un contrato que, a medio plazo, produciría enormes beneficios a los estudios y los salvaría de la bancarrota.

Cuando West llega a Hollywood tiene 40 años, la edad a la que hoy retiran a muchas actrices. Aunque no llegará a rodar muchas películas, gracias a su singular presencia y a las perlas de sus diálogos se convertirá inmediatamente en una de las actrices más populares de los Estados Unidos. Baste recordar que, en la primera escena de su primera película, una chica exclama al ver las joyas que lleva, ¡Dios mío, que maravillosos diamantes!, y West le responde, Dios no tuvo nada que ver, querida.

En 1933 West estrena dos películas, las dos con Cary Grant como pareja. I’m No Angel es la segunda de ellas y la de mayor éxito comercial en la carrera de West. Aunque West interpreta el papel de una cantante de espectáculo burlesque y canta cinco temas, es más una película con canciones que un musical.

Toda la película gira alrededor de West que, más que interpretar, reproduce continuamente sus señas de identidad como artista, ahuecándose su pelo rubio platino o caminando desafiante con pasos cortos y trabados mientras mira insinuante a su alrededor. Su vestuario tampoco tiene desperdicio, vistiendo capas vaporosas con bordados de telas de araña, o un atronador traje blanco con leggings haciendo de domadora de leones.

Los diálogos de la película están acreditados a Mae West e incluyen su famosa frase, Cuando soy buena, soy muy buena. Pero cuando soy mala, soy mejor; y una de sus grandes réplicas, a un mago que le está leyendo su futuro: –¡Veo un magnífico futuro. Veo un hombre en tu vida! –¿Qué, sólo uno? Aunque su mejor frase se la dice a su criada tras haber despachado a una rival: Beulah, pélame una uva (Oh Beulah, peel me a grape).

Desde un punto de vista musical, West canta They Call Me Sister Honky-Tonk –sobre un escenario–, That Dallas Man –reproducida en un fonógrafo–, I Found a New Way to Go to Town –en su tocador, junto a dos de sus criadas negras–, I Want You, I Need You –sentada al piano junto a Cary Grant–y I'm No Angel, –en los título finales de crédito. Esta es la secuencia inicial de la película, con su interpretación de They Call Me Sister Honky-Tonk.