Obra interesante, singular. Su mérito, el esmerado intento de fundir los géneros negro y musical; su problema, cinematográficamente resulta muy irregular. Tras una primera media hora magnífica, la película pierde tracción y patina en la segunda media hora para acabar saliéndose de la carretera y volcando en el último tercio.

Otro aspecto singular de la obra es que está dirigida, producida y protagonizada por Jack Webb, polifacético actor muy popular en Estados Unidos por su labor en la radio y en series policiacas de televisión (Dragnet).

La película arranca sostenida por un buen argumento y un magnífico guion, basado en los guiones radiofónicos sobre el mundo creativo y sórdido de una banda de jazz que toca en tugurios a finales de la década de 1920, en un mundo de gánsteres, destilerías de alcohol y tipos duros y desarraigados.

La película se sostiene asimismo en la trabajada fotografía de Harold Rosson que, aparte de haber estado cinco veces nominado al premio de la Academia, dada su vinculación a la MGM tenía una larga experiencia en el musical, habiendo sido el responsable de la fotografía de grandes obras como Madam Satan (DeMille, 1930), The Wizard of Oz (Fleming, 1939), Meet Me in St. Louis (Minnelli, 1944) On the Town (Kelly-Donen, 1949) o Singin' in the Rain (Kelly-Donen, 1952).

Aunque cuenta con buenas interpretaciones de protagonistas –Webb y Janet Leigh– y secundarios –entre otros, Lee Marvin–, en el último tercio la película pierde completamente el tono con el que progresaba, abandona el naturalismo propio del hampa y se entrega a secuencias efectistas, de un dramatismo visual delirante –en el manicomio y el baile final–, incongruente con el ritmo y el tono mantenido hasta entonces.

En la parte musical, la película incluye catorce piezas, la mayor parte instrumentales, pero también interpretaciones de dos geniales cantantes de jazz, Ella Fitzgerald y Peggy Lee.

Ella interpreta dos temas, Hard Hearted Hannah, de Milton Ager, Chas Bates, Bob Bigelow y Jack Yellen; y el tema homónimo de la película Pete Kelly's Blues, de Ray Heindorf y Sammy Cahn.

En cuanto a Peggy Lee, interpreta íntegramente otros dos temas. He Needs Me, de Arthur Hamilton; y Sugar, de Maceo Pinkard, Sidney D. Mitchell y Edna Alexander. Aunque arranca a cantar otras melodías, son sólo un pretexto para dar mayor verismo al relato, y las canciones quedan interrumpidas como simples ensayos o arranques de ebriedad.