Productora/Distribuidora:
RKO Radio Pictures
Estreno: 11-10-1955
Duración: 145 min.
Subgénero: Opera cínema
Tramo: -
Oklahoma!
(¡Oklahoma!)
Oklahoma! será la primera colaboración de un equipo de compositores que marcará la historia del teatro musical, Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II. La obra se estrenará en Broadway en 1943 con un gran éxito de público y más de 2.200 representaciones. La crítica coincidía en que se había llevado el musical –argumento, música, letra y baile– a un nuevo nivel de integración, lo que puede entenderse al nivel de integración de la obra total: la ópera clásica. Todos los grandes estudios intentaron adquirir los derechos de la obra pero serán finalmente comprados por una compañía participada por Michael Todd, interesado en una obra popular para presentar en sociedad su tecnología Todd-AO. Los avances de esta tecnología suponían mejoras espectaculares, relevantes para un musical, al proporcionar mejor calidad de imagen que el CinemaScope o VistaVision, y una calidad de sonido extraordinaria. El proyecto nacía así como una especie de anuncio mastodóntico pero, como cine musical, nacía con más de una década de retraso si se comparaba con la frescura de su coetánea My Sister Eileen (Quine, 1955).
La producción de la película estuvo fatalmente condicionada por el control inquisitorial realizado por Rodgers y Hammerstein, vetando cualquier mínima desviación de la obra teatral, y el director escogido, Fred Zinnemann, en el que sería su primer y último musical.
Como resultado de tanto interés cruzado y empresarial, la película, además de excesivamente larga, tiene pocos elementos artísticos y resulta tediosa. La realización es inane, la cámara presta más atención a su propio baile que al de los actores y se emborracha con inútiles contrapicados –puede aportar potencia visual en números como Oh What a Beautiful Mornin, mientras se cruzan campos de maíz, pero no se entiende en el resto: véase I Can't Say No–, el reparto es flojo y la participación de Rod Steiger –que huele a kilómetros a actor del método– chirría con su atormentado realismo creando un negro pastiche en un cuento simplón de aguados tonos pastel.
Por mencionar los mejores momentos musicales, el número de The Surrey With The Fringe On Top, con una pegadiza melodía.
https://www.youtube.com/watch?v=BIG_GVE-KiEY como danza de género, el número Kansas City, protagonizado por Gene Nelson.
https://www.youtube.com/watch?v=M6pmZE1QtywLas coreografías corrían a cargo de Agnes DeMille, bailarina y coreógrafa formada en ballet clásico. El musical siempre mantuvo una complicada relación con el ballet. Se había popularizado su presencia con la aparición de Vera Zorina y alcanzado su mejor fusión cuando bailarines formados en esa disciplina, como Cyd Charisse, se convirtieron al lenguaje del musical, pero el lenguaje específico del ballet no acababa de integrarse en el fluir del conjunto y siempre acarreaba interrupciones en el ritmo.
Para el número Dream Ballet DeMille desarrolla una coreografía como parte de un sueño de Laurey que, entre imágenes surrealistas y lecturas freudianas, sigue desarrollando la trama. Pero a pesar del esfuerzo, la admirable factura y los medios ilimitados, con su lenguaje, su discurso siniestro y su larga duración, 15 minutos, una película dentro de la película, rompen irremisiblemente el ritmo.
https://www.youtube.com/watch?v=2D1loAVwiMc