Productora/Distribuidora:
RKO Radio Pictures
Estreno: 29-12-1933
Duración: 89 min.
Subgénero: Profesionales
Tramo: -
Flying Down to Rio
(Volando a Río)
¡Qué nervios, primera película en la que Ginger y Fred bailan juntos, aunque todavía como actores secundarios! Su actuación supondrá la salvación de RKO de la bancarrota, la formación de la pareja más famosa de la historia del cine, el inicio de su reinado en el cine musical durante la década de 1930 y el cambio para siempre de la historia del género. Pero, aparte de los nervios y los datos para la hemeroteca, la película es mala y ni siquiera Ginger y Fred ofrecen la perfección y la exquisitez a la que, con sus siguientes películas, llegarían a acostumbrarnos.
Como película se notan en exceso los planteamientos, interpretaciones y hábitos del cine mudo. También se aprecia su aire Pre-Code, con bailes subidos de tono y diálogos con doble sentido. Así, cuando la racial Dolores del Río provoca a Gene Raymond –ambos, olvidables y olvidados protagonistas oficiales de la película– con miradas y gestos sexualmente insinuantes, una de las chicas norteamericanas sentada a su mesa le pregunta al resto, ¿Qué tienen estas sudamericanas debajo del Ecuador que nosotras no tenemos?
Como musical, Flying Down to Río es un vehículo para promocionar una canción y su estilo de baile, como era habitual en la época. En esta ocasión será La Carioca, baile en el que las parejas debían mantener las frentes unidas. Las coreografías de Dave Gould utilizan decenas de bailarines y resultan malas, vulgares, amén de recordar demasiado a las multiplicaciones ópticas de Berkeley. La película ofrece como traca final el número Aerial Ballet, en el que las bailarinas subidas a las alas de avionetas, volando supuestamente sobre los cielos de Río de Janeiro, realizan simples coreografías. La imagen de las bailarinas haciendo piruetas sobre un avión puede llegar a ser incluso icónica en el género, pero hoy día los efectos especiales se nos muestran tan rudimentarios y, sobre todo, desprovistos de encanto –pues el cohete de Méliès llegando a la luna, siendo rudimentario, no puede tener más encanto– que hoy la imagen puede disfrutarse únicamente estática, como fotografía.
https://www.youtube.com/watch?v=_rRXXnrooXsCentrándonos en Ginger y Fred, aunque su rol es el de simples comparsas –mitad cómicos, mitad bailarines especialistas–, destacan en la película por su buena química y por la magia de Astaire como bailarín. Cada uno canta además una canción en solitario. Ginger interpreta Music Makes Me, que suena con ese tono antiguo, entre nasal y falsete, que nunca intentará o logrará evitar. En cuanto a Fred, interpreta Flying Down to Río, que tampoco funciona, pues el tema no se ajusta a su estilo y parece verse obligado a imitar los movimientos y la gestualidad de Al Jolson –apabullante referente del musical en aquellos años– y el histrionismo de Jolson tampoco casa con su elegancia.
En cuanto a la danza, cuando la pareja ejecuta La Carioca su baile resulta irregular, parece casi un ensayo, y no ofrece un atractivo especial, salvo ser un hito en la historia del musical y que, la pista sobre la que bailan, es un original ensamblaje de siete pianos de cola.
https://www.youtube.com/watch?v=qWb90-afKHw
Lo mejor de la película se encuentra en un sencillo solo de tap interpretado por Astaire. En la secuencia, Astaire está intentando dar instrucciones a un grupo de coristas, pero es interrumpido por la música de la orquesta que interpreta de nuevo el tema Music Makes Me, esta vez como instrumental. Astaire no puede evitar empezar a marcar con el pie el pegadizo ritmo de jazz y, finalmente, se entrega a la música con un tap vibrante.
https://www.youtube.com/watch?v=JmXwHMOfg1cOtro hecho relevante para la historia del género es que, junto con el coreógrafo Dave Gould, trabaja en la película un jovencísimo y desconocido asistente llamado Hermes Pan, nombre artístico de Hermes Panagiotopoulos. Pan se convertiría en el coreógrafo y colaborador de referencia de Astaire y colaborará en decenas de musicales de Hollywood.