Vehículo promocional de Frank Sinatra, como cantante, y Kim Novak, como actriz, de 109 minutos de duración. Incluye videoclips de Sinatra, múltiples primeros planos del inexpresivo rostro de Novak, diversos planos de frente y espalda de su expresivo cuerpo entero –con un vestido diferente en cada ocasión, a cada cual más impresionante– y algún plano de su culo o de su cuerpo desnudo cubierto solo con la justa espuma de la bañera, todo ello soberbiamente fotografiado por Harold Lipstein.

Acompañándoles, Rita Hayworth, rutilante estrella de la Columbia, ya amortizada, que aparece para promocionar el relevo a Kim Novak e imitarse, algo cínica, a sí misma quitándose unos largos guantes, en esta ocasión blancos, a lo Gilda. Para remarcar el traspaso, el vestuario de la película está diseñado por Jean Louis, el mismo modisto responsable del famoso traje ajustado que vestía Hayworth en Gilda (Vidor, 1946).

En la cinematografía, George Sidney se deja conducir apaciblemente por el buen guion de Dorothy Kingsley. En lo musical, y aparte de las grandes canciones incluidas, Hermes Pan añade su nombre a los créditos de la coreografía y poco más. Que no aporte nada al género no se puede tachar de defecto pues no pretende ser otra cosa que una película promocional con música y buena fotografía.

Sobre esta apacible corriente, la película navegó estupendamente en premios y taquilla, y Frank vendió muchas copias de su disco. Entre las canciones memorables, The Lady Is a Tramp.

Por su parte, Rita canta Bewitched y Kim interpreta el gran tema de Rodgers y Hart, My Funny Valentine. Su versión es del todo irrelevante, aparte de que algún monstruo del jazz, como Chet Baker, fijara el tema en letras de oro con su suave voz de tiempo solitario y pensativo.