Cartel

Notas de Cine Musical

Productora/Distribuidora:
American International Pictures

Estreno: 01-03-1958

Duración: 74 min.

Subgénero: Profesionales

Tramo: -


Notas de Cine Musical
  • Música
  • Letra
  • Coreografía


Daddy-o


(Daddy-o, un gran tipo)



Película en blanco y negro producida en el submundo de la serie B. La película es desastrosa, pero desde una honestidad sin pretensiones. Parece el resultado de una reunión de amigos sin especial talento para la cinematografía pero con ganas de contar su relato, en el que entremezclan garitos con música en directo, cine negro, chicas con sujetadores vertiginosamente puntiagudos y carreras de coches, todo ello en un popurrí átono, que es lo último que debe ser un popurrí.

En cuanto a la etiqueta de película musical con la que se cataloga esta obra, seguramente se debe en parte a que su música incidental fue la ópera prima del celebérrimo John Williams, actual vaca sagrada de Hollywood, con más de 45 nominaciones al premio de la Academia y cinco óscar por sus composiciones musicales.

Una vez dicho lo anterior, es igualmente cierto que esta película es la avanzadilla de una revolución. Habla de un nuevo mundo juvenil exaltado, desdeñoso, rebelde. Del protagonismo de una nueva clase social contra la que la industria del cine musical clásico iba de frente a estrellarse. De un plumazo, el rock había convertido en carpetovetónico todos los ritmos, letras y bailes previos. Impresiona que una película como Daddy-o, que no pasa de ser una navaja fabricada con un trozo de hierro del catre de la cárcel, mire de frente a la tradición del género. Considerando que un par de meses después iba a estrenarse con todos los fastos de la industria el musical Gigi (Minnelli, 1958), se ve claramente cómo el dinosaurio aún no ha entendido que la cultura rock será el futuro dios al que adorará el público y el dinero juvenil. En la película hay un breve y antológico diálogo que ilustra muy bien cómo en 1958 el rock&roll mostraba ya sus credenciales y, con gesto displicente, afilaba la navaja para matar al padre y al abuelo de un solo tajo.

— ¿Y tocaste allí, en una fiesta?
— Sí, una fiesta cursi: bebidas suaves, sándwiches y jazz.

Un reinado que sería, en todo caso, breve, pues a la vuelta de la esquina acechaba la cultura hippy y el pop, que convertirían al rock, aunque fuera por unos años, en estética y ritmo trasnochado.

El protagonista y cantante, Dick Contino, interpreta tres temas, todos sobre pequeños escenarios de tugurios para público joven e informal, acompañado por una banda que, aunque aún es una formación de jazz, ya se mueve en sonidos doo wop y rock. Los tres temas son inmediatamente olvidables. Contino acabaría adquiriendo cierta popularidad en aquellos años al ser declarado prófugo de la guerra de Corea y, recientemente, por haber sido recuperadas escenas de esta película por alguna serie friki de televisión.