Cartel

Notas de Cine Musical

Productora/Distribuidora:
Metro-Goldwyn-Mayer

Estreno: 23-06-1960

Duración: 126 min.

Subgénero: Narración musical

Tramo: -


Notas de Cine Musical


Bells Are Ringing


(Suena el teléfono)



Comedia romántica de sábado por la tarde que recibe la etiqueta de musical por el elenco de creadores –dirección de Minnelli, producción de Freed y guion de Comden&Green– más que por su resultado. Con tales créditos se espera que la conjunción estelar de tres grandes deslumbren con sus últimos rayos –formalmente, esta será la última película de la impagable factoría de Arthur Freed en la MGM– como una conjunción de supernovas. O, al menos, que ofrezcan unos bonitos fuegos artificiales; pero la obra ni siquiera tiene el regusto de la decadencia.

El guion propuesto por Comden&Green –atravesado por un fino hilo de buenos sentimientos que recuerda a Capra–, es sofisticado, culto, adecuado para una comedia ligera, pero no contiene la materia con la que se construyen los sueños de un musical. La realización de Minnelli tampoco consiga transmutar la obra de teatro en lenguaje cinematográfico ni imponerle el ritmo propio del género y, en el último tercio de la película, parece que simplemente renuncia a intentarlo y rueda directamente la representación teatral.

De la interpretación de Dean Martin se recuerda poco más que su elegancia para vestir traje gris con camisa blanca y su soltura para interpretar papeles de bebedor excesivo. Como protagonista femenina, Judy Holliday –protagonista asimismo de la obra en Broadway–, con una labor que oscila entre la dulzona estridencia de Doris Day y la candorosa suficiencia de Julie Andrews, pero sin alcanzar nunca el extremo en el que ellas se desenvuelven. Como tampoco cuaja una vía intermedia, consigue que se eche a ambas de menos.

En la parte musical, las canciones son más incisivas por sus letras –también de Comden&Green–, que por su música, pero en su conjunto resultan perfectamente olvidables. Respecto a la coreografía, también se esperaba más; concretamente, algo. La producción original de Broadway había sido dirigida por Jerome Robbins, con coreografía del propio Robbins y de Bob Fosse. Una joya, un regalo. En la película, las coreografías son de Charles O'Curran y su labor sólo da pie a malos chistes con su apellido. Más que bailes, parodias de baile, como este Just in Time.

https://www.youtube.com/watch?v=T45ykIHqmCw

Los momentos más genuinos son los guiños y autorreferencias propias del género, concretamente a la obra del propio Minnelli. Seguramente fueron incluidos por Comden&Green o por Freed, con la complacencia de Minnelli. En estos guiños es donde más aflora el tono crepuscular de la obra. Como elementos narrativos, siempre fugaces o en segundo plano, solían buscar una divertida complicidad con el público y el refuerzo del género, pero en esta ocasión están revestidos de tono nostálgico y tributario al fin de una época. Algunas de estas referencias son el cartel de una sala de cine anunciando OPENING NEXT WEEK GIGI –musical dirigido por Minnelli en 1958, ganador de nueve oscar, incluidos Mejor Película y Mejor Director– en la escena de Judy Holliday y Dean Martin en la boca del metro. O la escena de la fiesta en la que, por dos veces, se refieren al vestido que lleva Judy Holliday como salido de La Traviata, haciendo referencia a la secuencia de Ziegfeld Follies (1945) en la que Minnelli usaría el color rojo que se convertiría en una de sus señas de identidad, y en la que se canta una canción en la que se menciona, entre otras glorias de Hollywood, a Minnelli.

Como simple película su escena más memorable, con más sentido de la alegría fraternal de Capra que de la joie de vivre propia del musical, es la que Judy anima a Dean a hablar con las personas desconocidas que le rodean en la calle.

— ¡Es la primera vez en 30 años que un desconocido me dice hola en la calle!