En 1963 se estrenó Beach Party, de William Asher, una comedia musical de bajo presupuesto producida por AIP y orientada al público adolescente, que obtendría un sorprendente éxito y daría lugar a seis secuelas entre 1963 y 1968. Entre las películas producidas por AIP y las de otros estudios que se subieron al carro, prácticamente se creó un nuevo subgénero, con más de 30 películas, denominado, a partir del título de la primera película, beach party movies.

Como subgénero, todas las películas desarrollaban una misma trama basada en pandillas de adolescentes alegres y formales, que dedican su tiempo a bailar, cantar, surfear, arreglar coches y besarse. Sólo ocasionalmente se relacionan con adultos, representantes de un mundo de intereses espurios e hipocresía. Muchos de los actores provenían de la factoría Disney, y el tono modoso de estas películas –diversión sana de chicos con traje de baño meyba y chicas en bikini, sin tabaco ni alcohol, y con torpes villanos retratados burlonamente– puede ser en cierta medida una continuación.

Las películas beach party tienen muchos momentos con música y baile, pero sólo puntualmente responden a las convenciones del género musical. Sin embargo, este subgénero podría ser considerado, junto al subgénero Elvis Presley, el más representativo del cine de Hollywood de esta década, dado que el resto de producciones se limitaban a trasladar a la pantalla los musicales creados por y para los teatros Broadway.

Beach Blanket Bingo era la quinta película de la serie producida por API y sería la entrega más exitosa. Sus protagonistas, Frankie Avalon y Annette Funicello, serán los rostros y voces más representativos de las beach party. Destaca también la labor de Donna Loren y un largo, maravilloso y divertidísimo cameo de Buster Keaton.

Los números más representativos de la película, suficientes para revisar el estilo musical y el tono de comedia adolescente, se encuentran situados en ambos extremos, acompañando los títulos de crédito al inicio, Beach Blanket Bingo, y al final, con algunos gags del genial Keaton.

Por mencionar un número dentro de la película, la balada It Only Hurts When I Cry cantada por Donna Loren, que incluye como elemento más relevante la adopción de la paleta del musical para el vestuario de los personajes.