Productora/Distribuidora:
RKO Radio Pictures
Estreno: 12-10-1934
Duración: 107 min.
Subgénero: Profesionales
Tramo: C
The Gay Divorcee
(La alegre divorciada)
Segunda colaboración de Fred Astaire y Ginger Rogers como pareja de baile y primera como protagonistas absolutos, acompañados por gran parte del equipo que sería habitual en sus trabajos con la RKO: producción de Pandro S. Berman, Mark Sandrich en la dirección, Hermes Pan en la coreografía –aunque aquí, al igual que en Flying Down to Río, participa como asistente de Dave Gould–, y el soporte de dos magníficos secundarios, Edward Everett Horton y Eric Blore.
La película contiene buenos números y se aprecia la frescura, casi se diría que la ilusión con que Astaire y Rogers interpretan sus números –principalmente, en lo que atañe a Rogers, pues Astaire, bailarín profesional durante décadas, normalmente lograba trasmitir ilusión y entrega a través de su perfeccionismo– pero, en conjunto, no llega a ser un buen musical. Es posible que la falta de chispa en muchas secuencias, su avance plano, proviniera de la rigurosidad con la que empezaba a aplicarse el Código Hays con el consiguiente desconcierto de directores y guionistas para ajustarse al mismo. El Código Hays –en esencia, un detallado manual del censor, de inspiración puritana y moral conservadora– recogía las reglas y los límites estrictos de lo que podía verse y oírse en las películas. Aunque vigente desde 1930, el Code no se aplicaría con rigor hasta 1934, de ahí que las películas anteriores a esta fecha se califiquen como Pre-Code. El impacto del código se aprecia desde el mismo título de la película, The Gay Divorcee (La alegre divorciada). La película estaba basada en un famoso musical de Broadway creado por Dwight Taylor y Cole Porter titulado The Gay Divorce (El alegre divorcio) –musical en el que, por otra parte, ya habían actuado Astaire y Blore– pero los censores determinaron que, si bien se podía admitir que una divorciada pudiera estar alegre, de ningún modo un divorcio podía serlo; así que, el estudio tuvo que cambiar el título de la película para conseguir el permiso de exhibición.
Astaire interpreta un par de solos. Un breve y deslavazado Don't Let it Bother You y un magnífico A Needle in a Haystack, que baila enamorado y animoso en el salón de su casa mientras termina de vestirse para salir a la calle con el loco objetivo de encontrar a Ginger, de la que no sabe ni cómo se llama ni dónde vive, en la populosa Londres, donde viven más de tres millones de mujeres. Pero para eso está el cine.
https://www.youtube.com/watch?v=3v5nqFAlIygBailando como pareja, Astaire y Rogers interpretan Night and Day, celebérrima canción de Porter, que Astaire primero le canta a Rogers y, luego, bailan juntos de forma tan sencilla, ilusionada y sentida que, muy posiblemente, se trate del mejor baile de salón de la pareja. Tanto la música como el baile encajan muy bien con la trama y acaso sea una de las pocas veces en la que Ginger –por otra parte, con mayor vocación de actriz dramática que de bailarina– parece en su papel realmente enamorada de Astaire.
https://www.youtube.com/watch?v=ydxcHACwX4YEl segundo número que bailan es El Continental, en esta ocasión con la interpretación previa de Rogers. Este tema –al igual que en Flying Down to Río (Freeland, 1933) había sido La Carioca–, era la canción creada ad hoc para ser promocionada junto a la película. La secuencia del número dura 20' y, hoy, resulta larga, larguísima, en parte por la rocosa coreografía de David Gould, que monta una suerte de desfile con regusto de parada militar marchando por la calle principal de un pueblo el día de la fiesta nacional. En todo caso, la canción, con letra de Herb Magidson y música de Con Conrad, se convertiría en un tema muy popular, aportando además dos datos curiosos: ganaría la primera edición del Óscar recién creado a la Mejor canción original y, como segunda curiosidad, lo ganó compitiendo con La Carioca, un tema asimismo interpretado y bailado por Astaire y Rogers.
Como apunte para la historia del género, Betty Grable tendría en esta película su primera aparición importante, actuando junto a Horton como cantante y bailarina especialista en el número Let's K-nock K-nees. Si en el baile de La Carioca el leitmotiv consistía en juntar coquetamente las frentes, aquí se trataba de tocarse las rodillas. O mores.