Cartel

Notas de Cine Musical

Productora/Distribuidora:
20th Century Fox

Estreno: 17-06-1970

Duración: 109 min.

Subgénero: Jukebox

Tramo: -


Notas de Cine Musical
  • Música
  • Letra
  • Coreografía


Beyond the Valley of the Dolls


(El valle de los placeres)



Tras la repercusión de Valley of the Dolls (Robson, 1967), la 20th Century Fox decidió rodar una secuela profundizando en los entresijos del mundo del espectáculo musical. Por diversas razones legales, y a pesar del título, la Fox terminó por descartar su proyecto original, y en los títulos de crédito advierte de que no se trata de una continuación. Aunque lo que realmente condicionó el resultado final, más que el cambio de planes de la Fox, fue el haber encargado el guion y la dirección a un personaje como Russ Meyer.

Meyer pone el protagonismo de la trama en un emergente grupo de rock femenino, y nos narra su inmersión en el mundo y la industria del espectáculo. Hasta ahí, nada original. Pero todo cambia cuando se le añade la estética camp y la fauna habitual de Meyer: personajes caricaturizados y obscenos, mujeres tetudas, hombres amanerados, fiestas excéntricas propulsadas por el cóctel de rock, drogas y sexo, un humor que pretende ser satírico, y acaba siendo negro, con intentos de suicidio, decapitaciones y asesinatos, al rebufo de la masacre ritual de Charles Manson; y un final con bodas múltiples e irónicas moralejas que se mueven entre el delirio del hippismo y la parodia. El resultado es un melodrama que se hace repetitivo y largo, con pésimas canciones y aún peores interpretaciones dramáticas, o acaso parodias de interpretaciones

La obra está catalogada como musical, pero si se acepta como tal una trama en la que se incluyen algunas canciones interpretadas por un grupo profesional de pop-rock sobre escenarios, y los bailes individuales de los asistentes. En las interpretaciones de las canciones, tanto las voces como los instrumentos están doblados. Incluso el play back parece desafortunado, pero tampoco parece que fuese la preocupación del realizador, que parece usar los números musicales como si se tratará de música incidental. Ningún personaje evoca a personas reales del género, aunque un productor parece evocar a un Phil Spector pasado de vueltas y, un boxeador rijoso, a un Cassius Clay violento. En su conjunto la obra no es representativa del cine musical sino del cine de autor de Meyer y de los ensueños de una época.

El reparto es tan olvidable como el equipo técnico. En esta secuencia, las protagonista interpretan Sweet Talkin' Candy Man junto al grupo invitado, Strawberry Alarm Clock.

https://www.youtube.com/watch?v=Y10g9umKQcM