Cartel

Notas de Cine Musical

Productora/Distribuidora:
Apple Corps / RSO Records / Paramount Pictures

Estreno: 21-07-1978

Duración: 111 min.

Subgénero: Ópera cínema

Tramo: -


Notas de Cine Musical


Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band


(Sargento Pepper)



Si hubiesen existido diez mandamientos de la cultura pop seguramente uno de ellos habría sido No usarás la música de The Beatles en vano. Sobre dicha premisa, entonces, el único valor de este musical sería el de la herejía. La película, basada en un musical estrenado en el Off Broadway en 1974, devalúa tanto musical como cinematográficamente veintisiete temas del grupo.

Para entender este asalto al cielo del pop hay que conocer quiénes son las personas clave que lo intentaron. Urdiéndolo tras las bambalinas, Robert Stigwood que, aparte de manager de los Bee Gees y Cream, es “El Gran Productor de Musicales Rock&Pop de la Década de 1970”, a saber, Jesus Christ Superstar (Jewison, 1973), Tommy (Russell, 1975), Bugsy Malone (Parker, 1976), Saturday Night Fever (Badham, 1977), Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band (Schultz, 1978) y Grease (Kleiser, 1978), así como, en años posteriores, Grease 2 (Birch, 1982), Staying Alive (Stallone, 1983) y Evita (Parker, 1996). Delante de las cámaras Stigwood sitúa a su grupo, Bee Gees, que venían de romper records con su LP Saturday Night Fever, con más de 40 millones de copias vendidas; y a Peter Frampton, hoy un músico olvidado pero entonces en la cima de una enorme popularidad ya que dos años antes había publicado un disco doble en directo –Comes Alive!– del que había vendido más de 13 millones de copias –como referencia, el LP Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band tenía acreditados 32 millones de copias vendidas–. Para redondear el equipo, Stigwood puso como responsable del sonido –director, arreglista y productor– al mismísimo guardián del santo grial, George Martin, el mítico productor de The Beatles, con el fin de, mantener el sonido beatle de las canciones a la vez que las convertía en bailables para poder programarlas en las discotecas.

Robert Stigwood + cancionero de The Beatles + Bee Gees + Peter Frampton + George Martin= nada puede fallar. El fracaso fue colosal.

Para la trama, se buscó una secuenciación de las canciones de The Beatles para encadenar las letras de forma que desarrollaran un argumento. Una especie de ópera rock trucada. Con el fin de embutir más fácilmente las canciones y fabricar la mortadela musical, los nombres de algunos personajes de la obra están sacados de las letras de The Beatles, como Billy Shears, Strawberry, Mr. Mustard, Lucy o Mr. Kite.

A pesar de que el sonido es de gran calidad y respeta el sagrado legado de The Beatles y, que la trama –que caricaturiza un grupo pop y a un malvado simplón–, podría evocar, también con respetuosa deferencia, las de las películas rodadas por los mismos Beatles, ni la magia de las canciones sobrevive a la dramatización, ni la capacidad dramática de los actores proporciona algo más que una patética interpretación.

En la última secuencia hay un cameo de decenas de cantantes realizando un homenaje a The Beatles con el tema principal. Las coreografías de Pat BiRch tampoco proporcionan un espacio para la calidad. Quede como proverbio para la cultura pop que The Beatles castigan sin piedra ni palo.

La película íntegra en

https://www.youtube.com/watch?v=HOiq19SAvMw