Cartel

Notas de Cine Musical

Productora/Distribuidora:
Totally Ind Prod / American Zoetrope / Prod Sales Org / Orion Pictures

Estreno: 14-12-1984

Duración: 128 min.

Subgénero: Profesionales

Tramo: -


Notas de Cine Musical
  • Música
  • Letra


The Cotton Club


(Cotton Club)



Híbrido de cine de gánsteres y musical con intención historicista. La obra no consiguió ser ni lo uno ni lo otro y la pifia supuso un colosal fracaso económico.

Ciñéndose a la parte musical, se incluyen muchos números pero no se trata de una película musical. Los números –todos interpretados por profesionales– ni desarrollan la trama ni desarrollan los personajes ni desbordan los escenarios. La película es interesante para ilustrar la estrecha senda por la que circula el cine musical. Por un lado, son innumerables los ejemplos de las películas calificadas musicales pero que, por haber plegado las decisiones técnicas y artísticas a los intereses de la industria discográfica, se reducen a un simple vehículo promocional. Por el otro, películas calificadas musicales, como esta The Cotton Club para las que la parte musical es un recurso cinematográfico más, como el vestuario, el montaje o la decoración.

Con la idea de recrear el ambiente del hampa y el jazz y de homenajear al tap, la película gira alrededor de los artistas y la fauna del Cotton Club y se diluye en un reparto coral construido con simples caricaturas, como la propia trama que, sin tracción ni objetivo, podría haber finalizado una hora antes o cinco después.

De los artistas y números de la película se pueden dar algunas pinceladas. La primera, el gran papel de Richard Gere interpretando sin doblaje sus solos de corneta. El talento y potencial de Gere como actor de musical se apreciará en el futuro en Chicago (Marshall, 2002). La segunda, la recreación de cantantes y coreografías clásicas. En lo que se refiere a los cantantes, en la obra se remeda a Cab Calloway interpretando su famosísimo tema de 1931, Minnie the Moocher. Calloway había sido homenajeado hacía pocos años interpretando este tema en otra película con música, The Blues Brothers (Landis, 1980), y este número da buena medida de las ínfimas aspiraciones y el descalabro musical de esta película. La tercera sería el homenaje al tap a través del bailarín Gregory Hines y del coreógrafo Henry LeTang. LeTang, nacido en Harlem en 1915, era una voz genuina del baile que había iluminado los clubs neoyorquinos en la década de 1930 y había trabajado o enseñado a artistas como Eleanor Powell, Betty Hutton, Lena Horne, Chita Rivera o el mencionado Gregory Hines, uno de sus más famosos discípulos y a través del cual rememora el baile de la época.

Coppola utiliza la parte musical como si fuera un accesorio más en la ambientación, un medio con el que hilar y reforzar la cinematografía, lo que genera números descafeinados. El supuesto homenaje al tap queda reducido a un ejercicio de estilo cinematográfico y amanerada recreación historicista, sometiendo el ritmo y la magia del baile a un montaje con innecesarios cambios de plano.

https://www.youtube.com/watch?v=G0dTDpQt7KQ

El número final, ensayo de The Goadfather III (Coppola, 1990), es también buena muestra de la instrumentalización del baile a la cinematografía.

https://www.youtube.com/watch?v=MphGg_lxbY0

La película íntegra en

https://www.youtube.com/watch?v=FdATrctuOSg