Productora/Distribuidora:
The Geffen Company / Warner Bros
Estreno: 19-12-1986
Duración: 94 min.
Subgénero: Ópera cínema
Tramo: -
Little Shop of Horrors
(La tienda de los horrores)
En 1960 Roger Corman dirigió una de sus célebres películas de terror serie B –auténtica serie B, rodada con sólo 30.000 dólares–, la comedia negra The Little Shop of Horrors. Basándose en esta película el equipo formado por el músico Alan Menken y el letrista Howard Ashman crearon un musical que se estrenó en Off Broadway –sólo 9 actores y un marionetista para mover la planta carnívora– en 1982 con gran éxito. La obra estaba construida como una ópera de humor negro y ácido, pero será muy bien aceptada por el gran público al predominar lo bufo y la parodia. Menken y Ashman demostrarían ser un equipo creativo de largo recorrido pues, tras triunfar con este musical, serán fichados por Disney donde compondrían las bandas sonoras para películas de animación como The Little Mermaid (1989), Beauty and the Beast (1991) y –con la aportación póstuma de Ashaman– Aladdin (1992). Menken continuaría componiendo para Disney –Pocahontas (1995)– y otras productoras, llegando a ganar ocho premios de la Academia entre premios a la Mejor Música y a la Mejor Canción.
El productor multidisciplinar David Geffen –discos, películas, obras teatrales…– había sido uno de los responsables del espectáculo Off Broadway y decidió llevar el musical a la pantalla y rodarla en Inglaterra. Tras barajar diversas alternativas se eligió a Frank Oz como director. Oz había desarrollado toda su carrera como creador y animador de marionetas (puppeteer) y colaborado con Jim Henson, el creador de The Muppet Show. Muchos de los famosos personajes de este show –Miss Piggy, Animal, Fozzie Bear…– habían sido manejados por Oz, colaborador habitual asimismo de Sesame Street –Bert, Grover o el Monstruo de las Galletas– y de varias de las películas de la serie Star Wars, dando voz y animación al mismísimo Yoda. Con este background, la planta carnívora pasará a tener en la película tanto protagonismo como los aspectos musicales, cómicos o de terror.
Little Shop of Horrors era el primer trabajo de Oz fuera de la órbita de Henson. El conocimiento de Oz en la labor de puppeteer le llevó a contratar al especialista Lyle Conway para que crease la planta y a entregarse a una obsesiva búsqueda de la perfección en sus movimientos; en concreto, en la sincronización de sus labios con las canciones. Las crónicas documentan agotadoras sesiones de 40 operadores moviendo de manera coordinada la planta, así como las filigranas técnicas que fueron necesarias, alterando incluso la velocidad de paso de película durante el rodaje, para conseguir que los movimientos de los labios resultasen acordes con las palabras y convincentes.
Los aspectos más truculentos de la obra y algunas de las canciones se recortarán con el fin de reforzar el tono y el final cómico. El reparto incluyó como protagonistas al balbuceante y desvalido Rick Moranis y a Ellen Green, la actriz que había estrenado la obra original sobre los escenarios. Para sostener la parte bufa, los reputados Steve Martin y Bill Murray. Aunque sea una película cercana en el tiempo y ambos realicen una labor correcta, los gags –exentos, como en los musicales de la década 1940-1950– se han quedado en simple alboroto, sin fuerza, e interrumpen, sin dar nada a cambio, el ritmo de la trama.
En la parte musical, los actores cantan con sus propias voces y la planta está doblada –magistralmente– por Levi Stubbs, cantante de los Four Tops. Lo más interesante es la diversidad de ritmos –soul, sonido motown, doo-woop, rock, musical de Broadway clásico y ritmos latinos con aires de calypso– y, sobre todo, como gran aportación de la película al género, la disolución en varias escenas de las fronteras entre música diegética y no-digética. En estas escenas aparece un coro de tres cantantes –Tisha Campbell, Tichina Arnold y Michelle Weeks– que se mueven entre los personajes de la pantalla pero son únicamente visibles por los espectadores. La aparición es imprevista y las letras de sus canciones, como un coro de teatro griego, sobreponen comentarios ácidos o apostillan las divagaciones de los personajes. Las canciones forman parte de la trama y la letra va de lo romántico disparatado al disparate sádico pasando por la denuncia social, como en Skid Row (Downtown).
¡Pobre! Toda mi vida siempre he sido pobre. / Sigo pidiéndole a Dios lo que estoy buscando, / Y él me dice "Caramba, no estoy seguro, / Barre ese piso, chico". / Oh, comencé mi vida como huérfano, / Un niño de la calle / Aquí en el suburbio. / Él me acogió, me dio refugio, una cama, / Corteza de pan y un trabajo / Me trata como a la suciedad, me llama vago, / Lo que soy / Y así vivo.
Un tema de la película, Mean Green Mother from Outer Space, interpretado por Audry II/ Levi Stubbs y el coro, será nominado al óscar a la Mejor Canción pero, como musical, animación de la planta y tono de la obra, es más representativo el tema Feed Me (Git It), interpretado por Stubbs, Moranis y el coro griego, Michelle Weeks, Tichina Arnold y Tisha Campbell-Martin.
https://www.youtube.com/watch?v=GLjook1I0V4