Productora/Distribuidora:
Relativity Media / Lucamar Productions / The Weinstein Company
Estreno: 18-12-2009
Duración: 118 min.
Subgénero: Narración musical
Tramo: -
Nine
(Nine)
La obra de teatro musical Nine era un viejo proyecto del compositor Maury Yeston. Iniciado en 1973 lo acabaría estrenando, tras diversos retoques y colaboraciones, en Broadway en el año 1982. La trama evoca inmediata y lógicamente a All That Jazz (Fosse, 1979) al estar ambas obras basadas en la película 8 ½ (Fellini, 1963), un espejo para muchos creadores. En esta ocasión la fuente es aún más explícita, pues el propio Yeston razonaba perspicazmente que si a 8 ½ le añades música, que es como medio número más, el resultado es Nine. El protagonista es en este caso un director de cine, Guido Contini, creativamente bloqueado y en plena crisis existencial.
El traslado del musical a la pantalla lo dirigió el premiado Rob Marshall, la gran esperanza del género tras su fabulosa adaptación de Chicago (2002). Como guionista Marshall contó con el interesante Anthony Minghella –escritor y director de películas, como la premiada The English Patient (1996) o la reconocida The Talented Mr. Ripley (1999) – y en el reparto contó con grandes actores dramáticos, como Daniel Day-Lewis, Marion Cotillard, Judi Dench o Nicole Kidman. La coreografía es responsabilidad del propio Rob Marshall.
A pesar de los buenos mimbres y de los lujosos decorados la película no funciona debido principalmente a los números musicales, exentos, intercalados en la trama –al estilo Cabaret (Fosse, 1972) y Chicago (Marshall,2002) – únicamente tienen lugar en la imaginación del protagonista –All that Jazz (Fosse, 1979) , Chicago (Marshall,2002), aquí aparece incluso la madre muerta del protagonista, interpretada por Sofía Loren– y sirven de desarrollo de los personajes y como vía para desvelar emociones, miedos e ilusiones. El planteamiento de los números es conceptualmente correcto y, sobre todo, había sido probado anteriormente con éxito, pero ni las voces ni las coreografías les sostienen por sí solos ni tampoco existe entre ellos una voz común, un estilo uniforme que pudiera conformarse como la columna que ligara y sostuviera el conjunto la obra. Los ritmos y las estéticas de cada número son demasiado heterogéneos, y los planos, la fotografía y el montaje se mueven entre el videoclip y el anuncio de televisión, una estética pija y nada artística que no empasta con la parte dramática e interrumpe una y otra vez la trama.
Marshall no muestra tener calado para retratar en la parte dramática la crisis existencial y creativa de un artista y, en la parte musical, parece más preocupado en conseguir planos en las que las actrices salgan atractivas que emocionar con las canciones. En su conjunto, y dada la calidad de los actores, la obra dramática hubiese ganado mucho eliminado toda la parte musical.
Aunque los hay malos y peores, ningún número ni intérprete destaca sobre el resto. Como ilustración, la cantante Fergie interpreta Be Italian.
https://www.youtube.com/watch?v=foqgaD6-ERI