Primera secuela de The Broadway Melody. El argumento recurre al tópico del montaje de un espectáculo, si bien en esta ocasión desarrolla las particulares relaciones de Broadway con la prensa, las peripecias para conseguir una estrella con gancho y, ligado con lo anterior, y en un reflexivo ejercicio de ironía, la relación de amor-odio entre Broadway y Hollywood: Todo el mundo se pasa al cine, se está haciendo imposible montar una obra [musical en Broadway].En conjunto, el tono de la obra arranca como comedia pero al poco ya desbarra hacia la patochada.

En el reparto, dos importantes debuts, el de Eleanor Powell que, aunque ya había aparecido en otras películas, esta sería la primera con un papel protagonista. El éxito de su actuación, y los buenos resultados de taquilla, la abonaron a repetir en las dos siguientes entregas de Broadway Melody, la de 1938 y la de 1940. En esta ocasión la voz de Powell está doblada por Marjorie Lane.

El otro debut es el de Buddy Ebsen, bailarín, cantante y actor de tremenda personalidad que, por fatalidades y accidentes, se quedará perdido en la bruma de los secundarios del género. Su consolidación pudo haber venido con el papel de Tin Man en The Wizard of Oz (Fleming, 1939), pero, tras haber ensayado todos los números y grabado todos los temas, hubo de ser sustituido con urgencia por Jack Haley cuando enfermó por la alergia que le produjo el recubrimiento de aluminio utilizado en su caracterización. Posteriores conflictos contractuales con la MGM acabaron por zancadillear su carrera en el cine. En esta película actúa junto a su hermana, Vilma; ambos venían del vaudeville, donde eran conocidos como The Baby Astaires. Para Vilma esta sería la primera y última participación en el cine.

En la parte musical, la música –sencilla, ajustada, alegre– está compuesta por el tándem Arthur Freed y Nacio Herb Brown. Sus canciones no suelen ser piezas ni independientes ni memorables, pero sí conforman muy bien el tono y la alegría, claves en el musical clásico, y facilitan su repetición instrumental a lo largo de la obra.

Prácticamente todos los números giran alrededor de Eleanor Powell y su baile. El mejor número, por moderno y seminal, es Sing Before Breakfast, una pequeña rutina de enorme encanto, ejecutada entre ropa tendida y sin la pomposidad de los grandes escenarios, que arranca con la atractiva voz y gestualidad de Buddy Ebsen y continúa con una primera muestra del talento de Powell. El planteamiento del número resulta muy moderno y podría integrarse sin problema en un musical de la década de 1950.

El siguiente número relevante es el ensayo que realiza Powell sobre el escenario, bailando sin música o con la melodía de You Are My Lucky Star, tema interpretado varias veces a lo largo de la película. Powell aún no resulta tan mecánica y repetitiva como en futuras apariciones, transmite alegría y, a pesar de los múltiples planos del montaje final, abruma con su técnica.

El otro número relevante es Broadway Rhythm, con Powell en el momento más dulce de su carrera y vestida con sombrero de copa y frac de lentejuelas, una imagen icónica de la mejor Powell dentro del musical.