Cartel

Notas de Cine Musical

Productora/Distribuidora:
20th Century Fox

Estreno: 21-08-1941

Duración: 86 min.

Subgénero: Profesionales

Tramo: -


Notas de Cine Musical


Sun Valley Serenade


(Tú serás mi marido)

[Quizá le preguntaron al traductor, “¿Oiga, qué significa el título de la película?”. “Serenata del Valle del Sol”. “¡Eeinh, y quién carajo entiende eso! ¡Al grano, señores, al grano! ¡Con los títulos hay que ir al meollo, meter frases con tirón! La llamaremos Tú serás mi marido, para que las salas de cine se llenen de novias”. En México no irán a la zaga, y la película se titulará Contigo me he de casar.]

En su objetivo de liderar la industria del entretenimiento, Hollywood prestó pronto atención a cualquier tipo de espectáculo que pudiera integrar en sus películas. Naturalmente, toda la escena teatral. Y la musical. Y la danza, las variedades, la moda, el circo... El deporte también entrará en su radar pues, mientras a los europeos aún les constreñían los valores olímpicos y espirituales del barón Pierre de Coubertin, los estadounidenses entendían el deporte como un espectáculo en el que divertirse. Un pionero en dar el paso del deporte profesional a Hollywood sería Johnny Weissmuller, contratado en 1932 por la MGM para interpretar a Tarzán. Una década más tarde, en 1941, la MGM contrataría a otra nadadora, Esther Williams, para realizar musicales. Entre medias, la deportista más famosa de Hollywood sería la patinadora noruega Sonja Henie, fichada en 1936 por la 20th Century Fox.

Henie había sido una deportista precoz, compitiendo y ganando a adultos con tan sólo 10 años. Un medallero con seis campeonatos de Europa, diez del mundo y tres olímpicos la llevaron a Hollywood como una de las actrices mejores pagadas de la época. Con la Fox rodaría nueve películas musicales; la primera, One in a Million (Lanfield, 1936); la última, Wintertime (Brahm, 1943).

Sun Valley Serenade no es propiamente un musical, sino una película con interpretaciones musicales. Al igual que otras obras similares, y a pesar de la costosa producción con que la Fox arropa a la protagonista, ha envejecido muy mal. A lo largo de sus 86 minutos avanzan y se intercalan, de forma intermitente, dos películas diferentes, sin apenas nexos. Por un lado, una torpe comedia romántica, rematada con largas y apolilladas secuencias de esquí. Por otro, unos sensacionales proto-videoclips de Glenn Miller y su orquesta, rodados con trabajados planos, logrados movimientos de cámara, buena calidad de sonido y un manifiesto respeto a la integridad de las piezas ejecutadas. El final de ambas películas queda rematado con un pegote en forma de escena de patinaje artístico, con coreografía plana (¿de verdad que Hermes Pan pasó por el estudio, aparte de para recoger el cheque?) y abrupto y atormentado montaje.

Yendo a lo más relevante, si esta película tiene reservado un lugar en las enciclopedias de música es por ser la primera ocasión en la que Glenn Miller y su orquesta aparecen en pantalla –la segunda y última será en Orchestra Wives (Mayo, 1942)–, y porque, las interpretaciones de los temas que realizan, serán las canónicas, devendrán en piezas clásicas de big band/swing y se convertirán en el más reconocible retrato musical de esta época dorada de los Estados Unidos: Moonlight Serenade, In the Mood, It Happened in Sun Valley, I Know Why (And So Do You), y, como pieza fuerte, con un total de ocho minutos de duración, Chattanooga Choo Choo, de Harry Warren y Mack Gordon, ejecutada primero como instrumental, a continuación cantada junto al coro de The Modernaires y, por último, cantada y bailada por los Nicholas Brothers, acompañados por una joven Dorothy Dandridge, futura gran estrella con Carmen Jones (Preminger, 1954).

https://www.youtube.com/watch?v=bGBwmLRNLJ4