Cartel

Notas de Cine Musical

Productora/Distribuidora:
Columbia Pictures / Universal Pictures

Estreno: 16-12-2005

Duración: 134 min.

Subgénero: Opera cínema

Tramo: -


Notas de Cine Musical


The Producers


(Los Productores)

The Producers es un musical con larga genealogía, siempre llevado de la mano del escritor, compositor y director Mel Brooks. En 1967, Brooks dirigió y estrenó una película con la primera versión de esta obra. El resbaladizo tratamiento de Adolf Hitler –hay que pensar que, en 1967, hacía apenas dos décadas que había finalizado la Segunda Guerra Mundial–, provocó muchos recelos en su estreno, pero, su tono de comedia corrosiva y satírica, consiguió asimismo muchos seguidores, lo que acabaría llevando a la película a ser considerada por la AFI como una de las 100 comedias más hilarantes de todos los tiempos.

La película fue posteriormente transformada en una obra de teatro musical, con música y letras del propio Mel Brooks, y estrenada en Broadway en 2001, convirtiéndose en un éxito inmediato y arrasando premios al conseguir 12 Tonys. En 2005, se rueda esta nueva versión de The Producers, pero, ahora, partiendo de la obra de teatro musical.

Esta nueva versión podría enmarcarse dentro de dos grandes tendencias. Por una parte, tras cuatro décadas de continua reelaboración, con Brooks como guionista, compositor y letrista –y cameo incluido al final de la película–, la obra se engloba dentro de la tendencia de musical de autor. Por otra parte, y tal como venía sucediendo desde la década de 1950, se enmarca asimismo en la tendencia de obras de teatro musical trasladadas fallidamente a la pantalla, por no haber realizado una suficiente adaptación a los requerimientos del lenguaje cinematográfico.

Si se compara con la versión de 1967, esta nueva versión de The Producers es sin duda mejor película, pues, en la versión original, Mel Brooks debutaba como director, resulta además patente la falta de una industria que le apoye, y todo son agujeros. Pero, si bien la nueva versión ofrece más cinematografía, pues su ambientación, ritmo dramático, vestuario, fotografía e interpretaciones son cinematográficos; por contra, el tempo global, la orquestación, la duración de los números musicales, y, sobre todo, la impostación y dicción de los diálogos de los actores, son marcadamente teatrales. La comedia exige exageración, pero, sobrepasado un límite, el lenguaje se vuelve teatral. Podría decirse entonces que, esta película musical, es una versión mejorada de la película original sobre la que se han intercalado los números del musical teatral. El problema es que no se produce una suma artística de ambas obras, únicamente suman las duraciones de los componentes: mientras que la película de 1967 dura 88 minutos, está se alarga hasta los 134, perdiendo por el camino la intensidad que pide la comedia y la cadencia que exige el cine musical.

En la producción, además de contar con la exitosa directora de la obra en Broadway, Susan Stroman, participa gran parte del reparto teatral, entre los que sobresalen Nathan Lane, Matthew Broderick y Gary Beach, realizando una excelente interpretación.

Se aprecia el intento de inscribir el musical en la tradición clásica del género, incluyendo referencias no sólo a Broadway, mediante la aparición en algunos planos de los carteles de obras musicales míticas durante la época en la que se ubica la trama, como My Fair Lady (1956), West Side Story (1957), The Sound of Music (1959), Redhead (1959), sino también con Hollywood, incluyendo un plano cenital que homenajea las coreografías de Busby Berkeley en la Warner; iniciando el número Prisoners of Love con un preso cantando Got a Sing-Sing utilizando el arranque de la melodía del Gotta Dance, que canta Gene Kelly en Singin' in the Rain (Kelly-Donen, 1952), o parafraseando la célebre frase del director de escena de 42nd Street (Bacon, 1933), ¡Sawyer, vas a salir al escenario como una novata, pero tienes que volver como una estrella!, con un ¡Saldrás ahí como una nenaza tonta, histérica y chillona, pero volverás convertida en un seudohetero estrella de Broadway!

Susan Stroman, directora de la película y de la obra de teatro musical de The Producersl, por la que ganaría un Tony, es asimismo responsable de la coreografía de la película, rol con el que había ganado en Broadway cuatro Tonys como Mejor Coreógrafa.

Realmente, quizá lo más significativo de este musical es que, Susan Stroman, junto a las también realizadoras Julie Taymor y Phillida Lloyd, consolidan la aparición de un grupo de nuevas directoras que, habiendo desarrollado su carrera profesional en los escenarios, ya fuera con teatro, ópera o musicales, y con indiscutible éxito de crítica y público, dan el salto al cine y dirigen películas musicales. Repasando las líneas maestras de los currículos de Taymor y Lloyd; Taymor, fue directora de óperas en el Metropolitan Opera de New York y también del celebérrimo musical teatral The Lion King (1997) en Broadway, por el ganaría dos Tonys, y será quien dirija Across the Universe (2007), por ahora la última película en utilizar el legado de The Beatles. Por su parte, Lloyd fue labrando su prestigio como directora en el Royal Exchange Theatre, la Royal Shakespeare Company y el Royal Court Theatre; en 1999 dirigió la exitosa y popular obra de teatro musical Mamma mía! (1999), y dará el paso la dirección cinematográfica dirigiendo en 2008 el traslado al cine de ese mismo musical, obteniendo un nuevo y colosal éxito comercial. Es asimismo significativa la unidad generacional de estas tres directoras, nacidas en 1952, Julie Taymor; 1954, Susan Stroman; y 1957, Phillida Lloyd. Sin duda, este hecho, en forma de estrato temporal, apunta a una silenciosa revolución acaecida en el mundo teatral hace cuatro décadas–¿más culto, más vanguardista, menos industrializado?–, que propició una permeabilidad, reconocimiento y promoción de género muy superior a la de la industria del cine.