Cartel

Notas de Cine Musical

Productora/Distribuidora:
Paramount Pictures

Estreno: 19-11-1929

Duración: 107 min.

Subgénero: Opereta

Tramo: -


Notas de Cine Musical
  • Coreografía


The Love Parade


(El desfile del amor)

En el Hollywood de finales de la década de 1920, todo sucedía por primera vez. La Paramount Pictures estrenaba su primera película all-talking, Interference (Pomeroy), en noviembre de 1928, y, dos meses después, en enero de 1929, su primer musical, Innocents of Paris (Wallace), con Maurice Chevalier, en su primera aparición cinematográfica, como protagonista. El carismático entertainer francés fue inmediatamente aceptado y alabado por público y crítica y, una de las canciones que interpretaba en la película, Louise, se convertiría aquel año en un gran éxito comercial, amplificando su popularidad en los Estados Unidos. A lo largo de 1929 se rodarán en los estudios de la Paramount otros tres musicales con elementos de largo recorrido en el género: Applause, que suponía el debut de Rouben Mamoulian en Hollywood; The Cocoanuts (Stanley-Florey), el debut de los Hermanos Marx en Hollywood; y esta The Love Parade, el debut de Ernst Lubitsch en el cine sonoro.

The Love Parade es una adaptación de una obra de teatro francesa, Le Prince Consort, que ya había sido adaptada en Broadway. Para el protagonista masculino, la Paramount repetía con el atractivo Maurice Chevalier, y, para el femenino, buscó candidatas con buen perfil cinematográfico entre las actrices-cantantes que descollaban en Broadway, seleccionando a una soprano llamada Jeanette MacDonald. La película se convertirá en un gran éxito comercial y conseguirá además la nominación a seis premios de la Academia: Película, Director, Actor, Fotografía, Sonido y Dirección artística. Afianzados por el éxito de esta película, Chevalier y MacDonald rodarán otros tres musicales juntos; dos de ellos también con la realización de Lubitsch, One Hour with You (1932) y The Merry Widow (1934), y uno bajo la dirección de Mamoulian, Love Me Tonight (1932), convirtiéndose en la pareja más popular del cine musical durante la primera mitad de la década de 1930, y una de las más famosas en la historia del género.

Como contrapunto a Chevalier y MacDonald, la trama da entrada a dos personajes secundarios con los que resaltar el tono de comedia, interpretados por los versátiles Lupino Lane y Lillian Roth, ambos iniciados desde la infancia en el mundo del music-hall y del vaudeville, respectivamente. Curiosamente, mientras que los números de Chevalier y MacDonald, siempre dentro del subgénero de la opereta, resultan hoy excesivamente estáticos y teatrales, los de Lane y Roth, enraizados en los géneros que conformarán el mainstream y canón del musical clásico, son los más interesantes. En la película destaca también la fotografía de Victor Milner –nueve nominaciones y un premio de la Academia–, especialmente con algunos brillantes planos cenitales.

Como muchas películas de esta época, algunos diálogos resaltan hoy día por su descarnado machismo, pero, asimismo, a muchos otros los recorre de manera soterrada, seguramente de la mano de Lubitsch, una sibilina burla que parodia ese mismo machismo, como cuando MacDonald, en el papel de reina, le dice a Chevalier –en el papel de aburrido príncipe consorte, esto es, de hermoso florero sin voz ni voto– con tono paternalista:

— Así que te aburres. Sólo falta que me digas que no te hago caso. ¿Te das cuenta de que, desde que nos casamos, no te he dejado solo ni una noche? (…) Y, cuando esté listo el tratado internacional, te llevaré a Viena, y te compraré un montón de nuevos uniformes.

En cuanto a su contexto Pre-Code, algunas escenas buscan echarle picante, recreándose en planos de Jeannette MacDonald subiéndose la falda hasta más arriba de la rodilla, o introduciéndose en una bañera llena de agua hasta un nivel estratégico en la línea del pecho, pero siempre dentro de la formalidad y el buen tono. Realmente, el mayor lastre hoy día de esta película, de 107 minutos, son los treinta minutos centrales, que deberían haberse quedado reducidos a la tercera parte en el montaje final, pues el ritmo de la obra, que venía avanzando como alegre comedia, se desploma irremisiblemente y ya no logra levantar vuelo.

De los números musicales, podrían mencionarse Paris, Stay the Same, el primero de los interpretados por Maurice Chevalier en solitario, en el que exalta la vida parisina y le da pie para lucir pajarita y canotier, la trademark del artista.

https://www.youtube.com/watch?v=0EXpctIGCpk

En los dúos de Maurice Chevalier y Jeanette MacDonald, el más importante es My Love Parade, tema homónimo de la obra, hoy especialmente chocante por el contraste de registro de sus voces.

https://www.youtube.com/watch?v=L2o2KvnPhXE

En cuanto a Lupino Lane y Lillian Roth, su número más completo es Let's Be Common, con declarado tono y coreografía de alegre vaudeville. Remarcando su rol cómico, Roth va vestida en la obra con una anacrónica falda corta.

https://www.youtube.com/watch?v=FtoyL6l4p6I

Tras el rodaje de esta película, Lupino Lane regresará a Inglaterra, donde desarrollará el resto de su carrera como actor y director de éxito en obras musicales en el West End; y Lillian Roth seguirá en la Paramount, con papeles secundarios pero actuaciones relevantes, en películas como Honey (Ruggles, 1930), que obtendrá mucho eco por su interpretación del tema Sing, You Sinners, y Madam Satan (DeMille, 1930), donde destacará cantando y bailando el tema Low Down.

La película íntegra en:

https://www.youtube.com/watch?v=BBNCyosvcLg