Cartel

Notas de Cine Musical

Productora/Distribuidora:
RKO Radio Pictures

Estreno: 20-02-1936

Duración: 110 min.

Subgénero: Profesionales

Tramo: D


Notas de Cine Musical


Follow the Fleet


(Sigamos la flota)



Quinta película de Astaire y Rogers con la RKO. En su momento obtuvo un tremendo éxito, tanto en las salas de cine como con la posterior comercialización de sus canciones, pero hoy resulta plana. El argumento mantiene la habitual irrelevancia del género –las peripecias de unos bailarines profesionales que montan un espectáculo– pero la narración es terriblemente lenta. Un aspecto clave para que estas películas tengan ritmo es el dinamismo que logren imprimir los actores secundarios pues, aunque puro corifeo, con su mímica y réplicas cómicas, provocan o resuelven situaciones y empujan la trama. En esta película, Randolph Scott y Harriet Hilliard, sin cantar ni bailar ni tener especial protagonismo, tampoco trabajan para dinamizar la historia principal sino que, durante muchos minutos, construyen un relato independiente que interrumpe y lastra el ritmo de la película.

Las canciones de Berlin son correctas, no están mal –sólo eso, no están mal– y las coreografías de Pan no son lo mejor de su currículo. A lo largo de la película, aquí y allá, pequeños signos delatan que la obra no logró ascender la cima que otorga la atemporalidad de los clásicos y, como obra temporal, trasluce sus muchos años. La introducción de algún número sobrante de otras producciones –como el medieval Get Thee Behind Me Satan (Retrocede, Satanas), descartado de Top Hat (Sandrich, 1935) y cantado por Harriet Hilliard– ni alegran el tono ni ayudan al conjunto y, debido al contexto militar de la historia, varios temas parecen más los coros de una soldadesca ebria que las melodías de un alegre musical.

Las rutinas de Astaire&Rogers –en la película siempre prologadas por una canción– son irregulares. La del concurso de baile, Let Yourself Go, resulta en exceso interrumpida por la competición con el resto de bailarines y, su pretendida comicidad, no llega a contrapesar tal lastre. El solo de Astaire, I'd Rather Lead A Band, sobre la cubierta del barco tiene, entre su solo y las réplicas de los otros marinos –que recuerda a Top Hat (Sandrich, 1935)–, demasiados tiempos y planos muertos que terminan por diluir la tensión del número.

https://www.youtube.com/watch?v=MHtSS6LrSbU

El número final, Lets Face the Music and Dance, aporta la preciosa versión cantada por Astaire pero, como baile –y a pesar del continuo progreso de la pareja–, resulta ampuloso y pesado; y no por el magnífico vestido de increíble vuelo que viste Rogers, diseñado por Claire Cramer. Tampoco resulta interesante el solo que ejecuta Rogers cuando realiza la prueba intentando conseguir trabajo, de nuevo con Let Yourself Go; aparte de su singularidad –ratificando el pobre resultado– para las hemerotecas de ser esta la única ocasión, en las diez películas que rodaría junto a Astaire, en la que Rogers baila un solo de tap.

https://www.youtube.com/watch?v=sZfKZudV5ic

En todo caso, en una película en la que actúa Astaire es imposible no encontrar alguna escena reveladora de este majestuoso artista tan elegante, esto es, tan sencillamente complejo que todo lo que hace parece fácil. Este el caso del número I'm Putting All My Eggs In One Basket. Como el resto de los números, se inicia con una canción interpretada por Astaire, acompañándose en esta ocasión por un piano que toca con el estilo que él mismo denominaba feelthy piano. El número continúa con un baile cómico, magníficamente interpretado junto a Rogers. A pesar de los años transcurridos, sigue siendo genial, moderno, posmoderno, y con la dificultad añadida de que la pareja baila chocándose, interrumpiéndose el baile y volviendo a coger el ritmo.

https://www.youtube.com/watch?v=hpl2ZOs72I4