Cartel

Notas de Cine Musical

Productora/Distribuidora:
Universal Pictures

Estreno: 17-05-1936

Duración: 113 min.

Subgénero: Profesionales-Fuentes

Tramo: A


Notas de Cine Musical


Show Boat


(Magnolia)



El musical Show Boat se estrenó en 1929 en Broadway, producido por el célebre empresario Florence Ziegfeld. Fue recibido como la aparición de un nuevo género: no era una musical comedy, en la que la trama se sometía a las canciones, sino que era una musical play, y eran los números musicales los que se subordinaban a la historia de la obra.

La obra fue llevada al cine en 1936. Aunque la versión cinematográfica aún estaba más cerca de la opereta que del genuino cine musical, el éxito fue inmediato y el reconocimiento duradero. Hoy en día, esta versión de Show Boat sigue siendo una película magnífica, con emociones y personajes inolvidables. En España se tituló alegremente como Magnolia, el nombre de una de las protagonistas, cuando de haber un personaje conductor de la trama sería el padre de Magnolia, Andy Hawk, el capitán del barco-teatro que da título a la obra, interpretado magistralmente, en una actuación antológica, por Charles Winninger.

La trama de Show Boat, entre la comedia romántica y el drama social de la discriminación racial, se articula por medio de los personajes que viven y trabajan en un barco a vapor con rueda de palas que alberga un sala de espectáculos; un teatro ambulante que recorre el Misisipi con su propia compañía de actores dirigidos por el Capitán Andy. Las recreaciones de las puestas en escena de las obras representadas en el barco están realizadas con pasión y esmero de arqueólogo, tanto en el atrezo como en la participación del público en la obra.

El papel del Capitán Andy desempeña un doble rol de largo recorrido en el cine de Hollywood: el del padre comprensivo y con hondo calado humano, y el del instintivo tejedor de los invisibles hilos que ligan al público con el espectáculo. Será el Capitán Andy el que enseñe a su hija a sonreír en el escenario –Give them a smile, Nola, give them a smile– por encima de cualquier circunstancia, como en el número en el que Magnolia/Dunne canta After the Ball, famosísimo tema de finales del XIX, considerado como la canción más vendida en la historia de Tin Pan Alley, con más de cinco millones de copias de partituras vendidas.

https://www.youtube.com/watch?v=qXNJO6jgwyU

El resto de protagonistas realiza también un trabajo sobresaliente, magnífico, y rema –o empuja las palas– con fuerza en el mismo sentido: Irene Dunne, famosísima actriz en aquella década –cinco veces nominada al Óscar y conocida en el género por su participación en Roberta (Seiter, 1935)–; Hattie McDaniel, actriz afroamericana muy popular tras su papel de Mammy en Gone with the Wind; y especialmente Helen Morgan, la torch singer por excelencia y protagonista de Applause (Mamoulian, 1929).

Helen Morgan colabora con dos interpretaciones antológicas. La primera, Can't Help Lovin' That Man, con una emotiva, poderosa y singular actuación junto a Dunne y McDaniel. Morgan estaba sin duda en posesión de alguna misteriosa clave para ahondar en el tema pues, al igual que su personaje, también ella acabaría alcohólica en su vida real.

https://www.youtube.com/watch?v=vPR3X9AjhaU

En la secuencia de este tema, la expresividad de su arrollador sentimiento compite con un inesperado baile frikie de Irene Dunne, se supone que intentando imitar ritmos africanos. La segunda gran interpretación de Helen Morgan es la del sencillo y apabullante Bill.

https://www.youtube.com/watch?v=3HeasqkO1Ko

Respecto a los cantantes masculinos, Paul Robeson que, como actor, no llega a párvulo, alcanzará la gloria con su interpretación del tema original Ol' Man River. Su portentosa voz de bajo será reconocida, apreciada y conservada en Estados Unidos como un bien de máximo valor cultural de la nación.

https://www.youtube.com/watch?v=yyJtGNk9iEU

Hasta Allan Jones –repelente en condiciones normales y desesperante en sus intervenciones en las películas de los Hermanos Marx–, resulta agradable, e incluso su relamido peinado de ricillos encaja bien con la estética de la película.

En cuanto a la parte puramente cinematográfica, a pesar de su tosco lenguaje, con bruscos planos cortados a machetazos y ensamblados a golpe de martillo, la película avanza sin parar y suavemente como el río.