A finales de la década de 1930 la MGM confió su mejor estrella de musical, la bailarina Eleanor Powell, al realizador Roy Del Ruth. Juntos rodarían tres películas, Broadway Melody of 1936 (1935), Born to Dance (1936) y esta, Broadway Melody of 1938, que supondría además la tercera entrega de la serie Broadway Melody, iniciada por la MGM en 1929.

Si en 1929 el planteamiento de la película había supuesto un hito en el género, en 1937 se muestra completamente agotada y, comparada con las comedias de Astaire con la RKO, la película ya nace antigua. El simple argumento de montemos un espectáculo se había agostado y sólo era utilizado como recurso en los backyard musicals, musicales para adolescentes.

Cinematográficamente, ver la película se hace cuesta arriba. Del Ruth encima la cámara sobre los actores, innecesariamente y sin sentido, creando feos primeros planos que interrumpen el ritmo y bailes con los pies fuera de plano. Las coreografías de Dave Gould son planas, insulsas, aunque las previas al espectáculo final se esfuerzan en salir al exterior –un vagón de tren, un cenador bajo la lluvia, aunque sea imitando a Astaire&Rogers (Isn't This a Lovely Day (to be Caught in the Rain), Top Hat, Sandrich 1935)– y cuajan algunos buenos momentos.

Aunque la cabeza de cartel la componen Robert Taylor y Eleanor Powell, el reparto es muy amplio y el protagonismo coral. Muchos de los protagonistas son buenos bailarines –Powell, Murphy, Ebsen– pero pésimos actores, y en algunas escenas se sufre oyéndoles recitar sus diálogos. Para engrasar el fluir de la obra, el reparto incluye algunos secundarios geniales, como el expresivo Billy Gilbert –presente en cientos de películas, pero especialmente memorable como “Herring”, el ministro de guerra de Chaplin en The Great Dictator (Chaplin, 1940)– y el ínclito Robert Benchley que, con su sola presencia y su sorna, transforma en oro puro la línea de guion más predecible e insípida. Aunque su presencia es puntual, su labor es magnífica. El reparto también incluye a Sophie Tucker, popularísima actriz, cantante iniciada en el vaudeville y triunfadora en Broadway, que aporta la nostalgia y el reconocimiento a los Padres del Género.

Mención aparte, el reparto incluye a la pequeña Frances Gumm, Judy Garland para la historia de la humanidad. Garland ya había debutado en el cine con pequeños papeles, pero será con esta película –verde aún como actriz pero, no sólo madura como cantante, sino mágica– cuando comience a destacar.

El primer número reseñable es Follow In My Footsteps, con Powell, Murphy y Ebsen.

https://www.youtube.com/watch?v=GUhLu0W6VE0

El otro número en exteriores es I'm Feeling Like a Million, que además de bailarse en un parque y en la calle, incluye la lluvia, el paraguas y el chapoteo de los pies en los charcos, elementos que aquí no dan juego, pues tanto Powell como Murphy son incapaces de transmitir la alegría y el entusiasmo del enamoramiento, y habrá que esperar a Kelly para extraerles su máxima expresión.

https://www.youtube.com/watch?v=NzJapwG__Eg

Los primeros números cantados ofrecen poco interés, bien por ser arias de conocidas óperas –Carmen, de Bizet; El barbero de Sevilla, de Rossini-, por ser un simple doblaje de Powell –Yours and Mine, cantada por Marjorie Lane– o, aunque cantada por Garland, –Everybody Sing–, por la confusa composición circense de Nacio Herb y Arthur Freed.

Será sin embargo un tema, mitad cantado, mitad recitado, por Judy Garland, You Made Me Love You (I Didn't Want to Do It), compuesto por James V. Monaco y Joseph McCarthy, dedicado a Clark Gable, el que pasará a la historia y servirá para dar visibilidad a Garland.

https://www.youtube.com/watch?v=cFSczLif0q4

Garland tendrá además ocasión para lucir sus dotes para el baile en una breve rutina junto al bueno de Ebsen.

https://www.youtube.com/watch?v=S72KhdQWmd4

La película se cierra con Got a Pair of New Shoes, en pretencioso escenario, imprecisa coreografía y mecánica sonrisa de Powell.

https://www.youtube.com/watch?v=Xn0-l69kzC8