Cartel

Notas de Cine Musical

Productora/Distribuidora:
Metro-Goldwyn-Mayer

Estreno: 22-12-1938

Duración: 114 min.

Subgénero: Opereta

Tramo: D


Notas de Cine Musical


Sweethearts


(Enamorados)



Desde mediados de esta década, con el género musical más que consolidado, los estudios de Hollywood buscaban ampliar la base de público fiel rodando películas específicas para las diferentes edades y gustos musicales. Entre las décadas de 1930 y 1950 se produjeron un gran número de películas caracterizadas por incluir voces con textura y técnica operística, normalmente enmarcadas en tramas modosas y románticas, con personajes de buen tono. En su momento este tipo de musical obtuvo una gran popularidad, pero hoy resulta el más ajado, hecho trizas incluso, por el tiempo. Las razones son múltiples. Le afecta sin duda, como a todo el género, los cambios de gusto y sensibilidad pero, en su caso, el cambio, el salto, resulta más notable por el uso de melodías relamidas y personajes edulcorados, con más intención de epatar que de emocionar. Le penaliza asimismo el hecho de que, su reposado estilo musical, frene y rompa el ritmo intrínseco del cine. Y le penaliza sobre todo que, las voces de estos cantantes, grabadas con tecnologías rudimentarias, tienen hoy que competir en nuestros oídos con las grabaciones y las voces de los grandes divos de ópera, algo que no le sucede a Al Jolson, Helen Morgan, Bing Crosby, Judy Garland o Frank Sinatra.

Los actores de estas películas operísticas no fueron muchos. Entre las actrices, destacan cuatro, todas soprano: Jeanette MacDonald (1929-1949)[1], la pionera, la gran divulgadora, debutó casi con el sonoro y hoy se ve lastrada, además, por la dramatización de sus interpretaciones, más propias del cine mudo; Deanna Durbin (1936-1948), reinó en las películas para adolescentes, apuntaba a ser la sucesora de MacDonald, pero se retiró antes que ella; Kathryn Grayson (1941-1956), fichada inicialmente por la MGM para competir con Durbin en la Universal, supo evolucionar a papeles adultos y continuar en el teatro; y Jane Powell (1944-1958), la más versátil para el género, pues también bailaba, empezó como Durbin en papeles de adolescente, pero no supo retirarse, como ella, a tiempo. Otras cantantes de este estilo operístico, también protagonistas de alguna película, fueron Irene Dunne, asimismo con voz de soprano, pero que profesionalmente descollaría más como actriz dramática, y Grace Moore y Lily Pons, ambas con cierto renombre en los circuitos profesionales de teatros de ópera pero irrelevantes en la historia del género.

Entre los actores, los cuatro más famosos fueron Nelson Eddy (1933-1947), posiblemente el tenor más representativo del cine por su ciclo de películas junto a Jeanette MacDonald; Allan Jones, (1935-1945), que inició su carrera en Broadway y desarrollaría una carrera muy irregular en Hollywood; Mario Lanza (1944-1959), aunque rodó sólo cuatro películas y murió a los 38 años, alcanzó fama mundial; y Howard Keel (1950-1955), barítono, que en apenas cinco años rodaría casi veinte películas, muchas de ellas como pareja de Kathryn Grayson.

Los protagonistas de Sweethearts son la pareja más famosa del cine musical con estilo operístico: Jeanette MacDonald y Nelson Eddy, que, entre 1935 y 1942, rodarán juntos ocho películas y se convertirán en un estándar del género. Sweethearts es la quinta colaboración de la pareja. La obra está basada en una opereta de 1913 del prolífico compositor Victor Herbert –dos óperas, 43 operetas, decenas de composiciones para orquesta, chelo, piano, orquestaciones, temas para Ziegfeld Follies… –, con una trama actualizada que refleja la tensión que se produjo entre Broadway y Hollywood cuando, tras el nacimiento del cine sonoro, los responsables de los estudios de cine volaban a Nueva York con sus inagotables chequeras y sus argucias para contratar actores que supieran hablar y cantar.

— No les gustará Hollywood, lo sé (…). No podrán vivir sin respirar el aire de Broadway (…) No aguantarán ni tres horas (…) Apuesto a que vuelven en avión.[2]
— ¿Tú has visto alguna vez un contrato de Hollywood?
— ¿Cómo?
— Son [así de grandes]. No estarán tres meses, sino siete años

Además de las voces y de la buena química de la pareja, la película muestra la vida de los actores tras las bambalinas, en su camerino o en las fiestas de estreno, narrado con el depurado tono cómico de Hollywood riéndose de Hollywood –sus objetivos de negocio, sus tretas y su cohorte de abogados–, todo ello sostenido por tres grandes actores de comedia –Frank Morgan, Mischa Auer y Herman Bing–, y realzado con el sofisticado vestuario diseñado por Adrian.

Otro elemento atractivo de la película es su rodaje en Technicolor 3-strip, siendo la primera película de la MGM en utilizar esta tecnología.

Si bien en los primeros años del cine musical la exaltación del amor romántico es casi una norma, los números de MacDonald y Eddy resultan tan exagerados en estética e interpretaciones que hoy día parecen más bien parodias de amor romántico. La mayoría de los números son interpretados sobre un escenario, como este Sweethearts, que da nombre a la película y refleja muy bien la barra libre otorgada al pastiche de feria y la sublimación camp, hasta hundirse en la decadencia.

https://www.youtube.com/watch?v=5NRR8xxVEPw

Dado que las interpretaciones sobre un escenario, dentro de un espectáculo, como es el caso de Sweethearts, están sujetas a una doble interpretación –interpretar que se está interpretando algo– se aprecia mejor el estilo de la pareja en el número Pretty as a Picture, en el que, aunque también cantan delante del público, no se trata de un espectáculo en el teatro sino de una fiesta particular. En 1938, seguro que para el público resultaba fresco e interesante desvelar lo que actores e invitados hacían tras marcharse del teatro, pero hoy no ofrece ningún encanto.

https://www.youtube.com/watch?v=BqwZ36mHoZU



[1] Las fechas entre paréntesis indican debut y última película musical.

[2] En 1938 lo habitual era el viaje en tren, lo que implicaba un viaje de días.