Cartel

Notas de Cine Musical

Productora/Distribuidora:
Metro-Goldwyn-Mayer

Estreno: 03-02-1939

Duración: 102 min.

Subgénero: Profesionales

Tramo: -


Notas de Cine Musical


Honolulu


(Honolulu)



Irregular comedia de la MGM, con Eleanor Powell como protagonista y dispares números musicales. Dado que las dotes de Powell como actriz son nulas, y además no canta, para apoyarla se incorpora a la pareja George Burns y Gracie Allen –matrimonio y pareja artística proveniente del vaudeville, habitual acompañante del protagonista, como con Astaire en A Damsel in Distress (Stevens, 1937)– y a un grupo de cantantes cómicos, The King’s Men. Para completar la parte musical, el equipo técnico incluye dos excelentes coreógrafos, Bobby Connelly y Sammy Lee.

En la parte dramática, sin cantar ni bailar, actúan el blando Robert Young, como protagonista; Eddie Rochester Anderson, siempre recordado en el género musical por su papel en Cabin in the Sky (Minnelli, 1943), y el caricaturesco pero siempre resolutivo Sig Rumann, en una breve aparición.

Si en algún momento existió la posibilidad de lograr cuajar un buen número de tap, uniendo el talento técnico de Powell con las coreografías de Connelly y Lee, esta desapareció en manos del realizador y del desgraciado montaje. Como carta de presentación, el número inicial de Powell, Honolulu, bailado sobre la cubierta del barco, casi se diría que sorprendentemente malo. Powell luce su falta de encanto ante la cámara, lo que era previsible, pero no lo era el excesivo número de planos y el trabado montaje, que destrozan el ritmo de la secuencia, dificultan disfrutar la técnica de Powell e imposibilitan apreciar la coreografía.

La película muestra continuamente que no sabe dónde agarrarse. En el género musical es frecuente la autorreferencia, normalmente como un guiño al espectador o como homenaje a los grandes del género pero, en Honolulu, el exceso y el formato lo rebajan a la parodia pachanguera. En el número The Leader Doesn’t Like Music, interpretado por el grupo The King’s Men y Gracie Allen, los cantantes aparecen disfrazados de los Hermanos Marx y, el público, de actores famosos, como Oliver Hardy o Clark Gable.

https://www.youtube.com/watch?v=v5bcTHnpW2c

En este número se produce un momento desconcertante para el espectador latino: Gracie Allen parodia el cuplé La Violetera del maestro Padilla cambiando la letra. En vez del Llévelo usted señorito canta Would You Like to Be My Violin y, en consonancia, no lanza violetas al público, les arroja con violencia violines a la cara. Este cuplé había alcanzado fama internacional a través de las interpretaciones de Raquel Meller en Francia, y ya había sido utilizado en Hollywood por Chaplin en City Lights (1931).

El segundo número relevante está cargo de Eleanor Powell. Concebido como un homenaje a Bill Bojangles Robinson, también se desarrolla sobre un escenario e incluye un medley con temas clásicos populares, Old Folks at Home, Listen to the Mockingbird, Old Black Joe y The Darktown Strutters' Ball. Como siempre, la técnica de Powell luce impecable. Y la puesta en escena y la coreografía son apreciables. Sin embargo, la ejecución del baile queda en mecánica imitación y, el montaje y realización, vuelven a jugar una mala pasada al resultado final.

https://www.youtube.com/watch?v=sAsEvbD1384

En el que se supone es el número estrella de la película, la traca final, Powell baila, en primer lugar, el hula, danza típica hawaiana, acompañada por una sección de los coros y danzas regionales de la isla. Más que bailarlo, Powell lo imita: mueve manos y dedos con intención pero, con tal falta de gracia que, por momentos, parece que está tratando de comunicarse con el lenguaje de los sordomudos. En la segunda parte del número, Powell se calza los tacones, en un loable intento de fusionar hula y tap, lo que no consigue –acaso porque, a estas alturas de la película, ya nada conmueve y, seguramente, porque, a estas alturas del siglo XXI, unas mujeres contoneándose con faldas de paja, no ciegan de exotismo– y el resultado es aburrido.