Productora/Distribuidora:
RKO Radio Pictures
Estreno: 28-04-1939
Duración: 93 min.
Subgénero: Profesionales
Tramo: -
The Story of Vernon and Irene Castle
(La historia de Irene Castle)
Última de las nueve películas que Astaire y Rogers rodaron juntos con la RKO. The Story supuso nuevas pérdidas para el estudio. Pero no porque la película fuese mala –que lo era, pero eso no era lo más relevante: la popularidad de Astaire&Rogers era enorme y contaba con un público entregado–, sino por los mayores costes de producción de la película.
El género musical comenzaba a tener problemas de rentabilidad económica. El desajuste no provenía tanto de los incrementos de coste asociados a los creadores –compositores, bailarines, cantantes, coreógrafos… – sino de los crecientes costes de producción en paralelo a la evolución del género. Los musicales empezaban a desbordar las paredes de los platós, aumentaban los rodajes en el exterior y crecía el número de extras y de especialistas. El género empezaba a tener detractores entre los ejecutivos de los estudios porque el riesgo económico era mayor.
The Story es una dramatización de hechos reales –la biografía del matrimonio formado por los bailarines Vernon e Irene Castle–, alejada por tanto de la comedia musical, sin los enredos habituales y sin final feliz, entre otras cosas porque muere Vernon/Fred. Así que, aunque contiene muchos números de baile, no es propiamente un musical. Astaire resuelve bien, como siempre, pero se le nota que actúa sin ilusión: está agotado del proyecto profesional junto a Rogers. Prefiere comedias ligeras y desenfadadas, bailes más exigentes y melodiosas canciones románticas. Además, parece extenderse la idea de que es él el responsable de la caída de recaudación de sus últimas películas. En cuanto a Rogers, aunque también quiere terminar con su pareja profesional, se la ve, por contra, disfrutar por primera vez en mucho tiempo, posiblemente porque, aunque hay números de baile, esta obra le da pie para utilizar más sus recursos de actriz dramática.
La película novela la vida de dos profesionales del mundo del espectáculo que, cuando alcanzan la fama, se pasan al mundo de la moda y los mass media, publicitando y capitalizando sus nombres mediante la venta de perfumes, sombreros, trajes o la imagen de un corte de pelo. Aunque fueron pioneros explotando la popularidad de sus nombres como marcas comerciales, nuestra lectura actual, saturada de este tipo de técnicas y personajes, provoca que la película se quede corta como musical de Hollywood y corta como documental de estrategia de desarrollo de marca comercial.
Al final de la película, el subgénero Profesionales desemboca en el Patriótico pues, durante la Primera Guerra Mundial, Vernon, británico, se había alistado en la aviación y muerto en un accidente, hechos que encajaban a la perfección con los ánimos de esta época prebélica para emocionar a los espectadores e introducir el tema Over There de Cohan.
Con este planteamiento, los habituales secundarios cómicos de los musicales están sustituidos por actores dramáticos, por otra parte todos magníficos: Walter Brennan, con dilatada carrera y cientos de películas, ganador de tres Óscar como actor secundario, aunque hoy sea casi sólo recordado como ayudante borrachín de John Wayne en Rio Bravo (Hawks, 1959); la elegante Edna May Oliver que, con su rostro caballuno, daba muy bien en roles cómicos y aristocráticos; y Lew Fields, interpretando el papel de agente de Vernon Castle, con la singularidad de estar interpretándose a sí mismo pues, treinta años antes, después de una carrera de actor de vaudeville, había sido en la vida real el agente de Vernon Castle.
Aparte de una canción de Kalmar y Ruby, Only When You're in my Arms, y un ragtime que, para dar sabor de época, suena un par de veces de fondo, Oh, You Beautiful Doll –tema que logrará su interpretación más famosa en el cine con Berkeley en For Me and My Gal (1942)–, el resto de los temas son principalmente instrumentales pues sirven de acompañamiento a los estilos de baile que la pareja popularizó a lo largo de su carrera.
Por lo narrado en la película, la exitosa apuesta comercial de los Castle habría consistido en seleccionar bailes populares –en el sentido social del término–, ya fuesen de base rítmica africana, como el ragtime, o americana, como el tango y, vaciándolos de todo su contenido y de gran parte de sus movimientos, adaptarlos para que pudieran ser bailados por el público de clase alta, blanca, adinerada, modosa, sujeta a puritanas reglas sociales pero con las ganas de diversión propia de aquellos años locos.
El éxito de la pareja se inicia en locales de París –un autorreferente fundacional del musical y de los sueños de los estadounidenses: Estamos sanos, somos jóvenes, estamos en París, ¿qué más podemos pedir? – y continúa por el resto de Europa y Estados Unidos.
Sin duda los Castle lograron, con la coartada de su elegancia y el acierto de aislar primero y extraer después los elementos más tórridos de los bailes, aportar frescura a los encorsetados y engolados bailes de la época. Así, Too Much Mustard, bailado con una sensualidad un poco ebria, tiene algo de danza rusa y de vals dislocado, algo de cantina y algo de palacio. O The Tango, resulta ser un tango, sí, pero endodonciado, sin desesperación, ni negrura, ni perdición, sin pasado, sin letra, sólo entretenimiento. Por no mencionar The Machica, hoy indescriptiblemente ridículo.
Poco se puede recordar de la película. Acaso, por su logrado resultado visual, la secuencia en la que Astaire&Rogers bailan sobre un mapa de EEUU mientras van aumentando el número de bailarines que giran al compás de sus ritmos y su creciente popularidad.
La película íntegra en
http://www.dailymotion.com/video/xp4092_the-story-of-vernon-and-irene-debut_shortfilmshttp://www.dailymotion.com/video/xp3tsm_the-story-of-vernon-and-irene-castle-2_shortfilms