La Fox había rodado en 1938 una película sobre las peripecias en el inicio del siglo XX de una banda de jazz de San Francisco, Alexander's Ragtime Band (Henry King, 1938). La película obtuvo un merecido éxito comercial por lo que la Fox repite una historia musical en la misma ciudad –está vez teniendo como eje a un productor de espectáculos de vaudeville– y con Alice Faye de nuevo como protagonista.

En esta ocasión la película va de más a menos, con un resultado global irregular, derivado de la floja dirección, mal sonido y feo montaje. Pero son interesantes, y merecen la pena verse, los primeros veinte minutos de metraje en los que se muestra, con buen ritmo, una visión panorámica de los tugurios de Pacific Street –centro neurálgico de teatros, cafés cantante y antros de diverso pelaje del mundo del espectáculo– y se ponen en escena media docena de números musicales que recrean canciones y coreografías de moda antes de la Primera Guerra Mundial. A partir de ahí, y aunque se ofrecen otros tantos números y canciones, la película va a la deriva y cae devorada por una trama folletinesca para la que, ni los actores cuentan con fuerza dramática para trascender, ni el realizador recursos cinematográficos para subsanar.

Los números musicales montados por Val Raset, muy solvente en el ámbito historicista, se ciñen a los recursos y gustos de la época, y son interesantes, divertidos, bien rodados. Al igual que en My Gal Sal (Cummings, 1942), Raset cuenta con la colaboración de Hermes Pan. La mayoría de la música y de las canciones son de Enderson y Newman, pero incluye un pegadizo tema de Gordon y Warren, You'll Never Know, que, interpretado tras la pequeña teatralización del tema Hello, Frisco, Hello, se convierte en el verdadero leitmotiv de la película. El problema surge cuando, lo que era un buen tema, se repite una y otra vez, siempre con la misma versión. Lo que inicialmente despierta interés, cansa y al final hastía.

Junto a Faye, con efectiva voz desganada, desalentada sin caer el cinismo, limitada en recursos dramáticos y luciendo sus carencias dramáticas por la mala dirección, actúa como coprotagonista John Payne, sin dotes musicales. Con este plantel y para animar el cotarro, dar réplicas, cantar y bailar números cómicos se incluyó en el reparto a Jack Oakie y June Havoc, que cumplen de manera correcta sus papeles secundarios.

Las versiones musicales de Hello, Frisco, Hello y You'll Never Know en