Cartel

Notas de Cine Musical

Productora/Distribuidora:
Metro-Goldwyn-Mayer

Estreno: 13-09-1943

Duración: 125 min.

Subgénero: Patriótica

Tramo: D


Notas de Cine Musical
  • Música
  • Letra
  • Coreografía


Thousands Cheer


(Desfile de estrellas)



La película ensambla dos obras diferentes. La primera de ellas recuerda a las películas que Alfredo Landa rodará en España un par de décadas más tarde para hacer propaganda del ejército (Recluta con niño, Ramírez, 1956; Cateto a babor, Fernández, 1970). Aquí no hay hermano pequeño ni chica ciega, pero el indolente recluta Kelly se enamora de la hija del coronel y, a partir de ese momento, se esmerará para convertirse en soldado ejemplar y obtener la aprobación del padre/coronel para casarse. Kathryn Grayson,  en el papel de hija del oficial, realiza, gorgorito a gorgorito, una desatada interpretación que ha envejecido muy mal.

Como parte de su contenido doctrinal la película explica con fáciles símiles –la guerra eximía de sutilezas– que la áspera disciplina del ejército es justa, noble y necesaria, al igual que en todo trabajo en equipo. Y también que, tras el impasible uniforme militar, late el corazón dulce y comprensivo de papá ejército, que vela por sus hijos y sólo desea lo mejor para ellos.

La segunda obra, entreverada con la anterior, es una especie de programa de entretenimiento televisivo para una noche de fin de año que podría encajar en esta o cualquier otra trama. Los artistas van apareciendo en sucesivos números enlatados, mostrando un impostado optimismo para subir la moral a la tropa: Iturbi, enervante muñeco mecánico; Eleanor Powell, en la que será su primer película en color y su talento se empequeñece; Virginia O'Brien, interpretando In a Little Spanish Town, y a la que instan que exagere su característico Frozen Face para luego hacerle escarnio; Red Skelton y Frank Morgan con números cómicos basados en diálogos totalmente desvencijados por el tiempo… A pesar de los grandes compositores que colaboraban (Berlin, Kern, Rogers, Gershwin,..), aquello no despega. Ni siquiera la genial Garland logra sobreponerse a la pesadez del conjunto. El espectáculo finaliza con un coro multirracial y banderas de todas las naciones aliadas de USA. Se canta también en español, pero no aparece la bandera de España, por entonces coqueteando con el eje del mal.

Siendo en su conjunto una película atroz, hacia mitad de la misma una breve rutina, Let Me Call You Sweetheart, destella como un diamante gigantesco. No sólo es interesante, singular, es también clave en el devenir del cine musical. Un joven y casi desconocido bailarín, Gene Kelly, plantea en su búsqueda de renovación del lenguaje de la danza una rutina en la que participan los objetos que encuentra a su alrededor –fregonas, escobas, cubos, grifos de cerveza, vasos o barras de bar, sobre las que salta como si estuviera practicando parkour– rompiendo los moldes formales del género y abriendo paso al futuro.

https://www.youtube.com/watch?v=2RSTzzu8kaQ

A la vez que Thousands Cheer se estrenó The Sky Is the Limit (Griffith, 1943), en la que Astaire también ejecuta una rutina bailando sobre una barra. Estas rutinas son las que posiblemente Bobby Van homenajeaba en Small Town Girl (Kardos, 1953).