Película floja, simple, histérica. Los diálogos vacuos se suceden de forma tan rápida y prolija que, por momentos, más que cine parece un programa radiofónico. Entre otros problemas estructurales la película falla por plantear una película cómica –baste señalar que se trata de un remake de la famosa Room Services (Seiter, 1938) de los Marx Bros– sin contar en el reparto con actores cómicos.

Para Sinatra esta obra suponía –tras Higher and Higher (1944), dirigida asimismo por Tim Whelan para la RKO– su segunda interpretación con un papel protagonista. Las canciones de Sinatra son lo único reseñable, en especial Come Out, Come Out, Wherever You Are.

A pesar de contar en el reparto con George Murphy el baile se reduce al mínimo en la película y todo gira en torno a las canciones, con buenas melodías, compuestas por la pareja Sammy Cahn y Jule Styne –Anchors Aweigh (Sidney, 1945), The West Point Story (Del Ruth, 1950) – interpretadas principalmente por Frank Sinatra y acompañado en algunas ocasiones por Anna Jeffries, Gloria de Haven o Anne Jeffries, como en el tema Some Other Time.

Dentro de su irrelevancia, Step Lively ilustra muy bien la ingente cantera de bailarines, coristas, músicos y compositores que existían en los locales de entretenimiento de los Estados Unidos y alimentaban las maquinarias de Broadway y Hollywood.

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