A mi padre, que bailaba maravillosamente
el tango y admiraba a Fred Astaire

CLAVE para leer las notas


  • Estas notas son los apuntes escritos por un diletante –lego en cine, música y danza– con el objetivo de profundizar en la historia del cine musical y entender su evolución y particularidades. Los apuntes se articulan en reseñas de películas ordenadas cronológicamente.

  • Las películas reseñadas fueron, salvo excepciones, producidas por la industria de Hollywood. Se han reseñado estas y no otras por ser las que he conseguido ver y por no haber sido descartadas, a priori, por prejuicios varios, como es el caso de las húmedas películas de Esther Williams, las pubescentes de Deanna Durbin, las tronantes de Mario Lanza y las lacrimógenas de Nelson Eddy. De estas sólo se recoge una muestra. Tampoco se han considerado las películas de animación y se han intentado evitar las construcciones realizadas a partir de cancioneros.

  • Mientras no se especifique o contextualice lo contrario, por musical se entenderá película musical y no obra de teatro musical. Muchas películas musicales son adaptaciones de obras de teatro musical, estrenadas sobre escenarios, pudiendo haberse realizado dicha adaptación en el mismo año del estreno o varias décadas después. Todas las consideraciones de estas notas se realizan atendiendo a la fecha en la que la industria cinematográfica estrenó la obra en la pantalla.


  • La información de estas notas ni aspira a la exactitud del repositorio ni a la exhaustividad de la enciclopedia; únicamente intentan servir de ayuda para recorrer y aprehender la esencia del género. Quien desee entrar en detalles encontrará en la red, y en inglés, información ingente. Baste mencionar Wikipedia o la borgiana IMBD. Hay que señalar que, en estas bases de datos, algunos aspectos específicos del género musical son considerados marginalmente. Así, por ejemplo, en la mencionada IMDB los coreógrafos están agrupados bajo el epígrafe genérico Other Crew, junto a contables, programadores y responsables de catering. En cuanto a bibliografía en español, aunque no he buscado con verdadera gana, existe poca y suele limitarse a fichas técnicas y resúmenes argumentales. Hay sin embargo una obra que debería estar sin falta en la estantería y en los agradecimientos de cualquier aficionado, El musical americano, de César S. Fontenla1. Breve obra inagotable, tanto de lectura como de consulta, es en sí misma un homenaje al equilibrio entre pasión y juicio crítico.


  • Como títulos de referencia de las películas se utilizan los originales. En España se optó durante décadas por inventar nuevos títulos en vez de utilizar o de traducir llanamente los originales y, lo que tiene justificación puntual, se convirtió en mala práctica habitual y una sistemática falta de respeto hacia los creadores, reflejo de una política catequista y monolingüe que sólo conduce a la confusión. Los ejemplos son interminables: The Band Wagon pasó a titularse Melodías de Broadway 1955; On a Clear Day You Can See Forever se transformó en Vuelve a mi lado; The Sound of Music se cambió por el revelador Sonrisas y lágrimas; Paint Your Wagon por él épico La leyenda de la ciudad sin nombre; Moon Over Miami se anunció como Se necesitan maridos; Mother Wore Tights por el mojigato Siempre en tus brazos. Como alarde, tras haber obligado la censura estadounidense a modificar el título de It Ain't No Sin por Belle of the Nineties, los retorcidos censores españoles decidieron usar aquí la traducción literal del título prohibido, No es pecado. El caos. Como si a La Gioconda la conociéramos en España por En el jardín esperando al esposo. No habría forma de entenderse y los estudios de arte comparado significarían algo diferente.


  • Los títulos de las películas se escriben respetando las reglas o usos ortográficos de cada idioma. Para los títulos en inglés –sin normas fijas– se seguirá la formula aceptada de escribir con mayúscula las palabras relevantes. En español llevará mayúscula la primera palabra, yendo el resto en minúscula y respetando obviamente los nombres propios. Para los títulos de canciones se aplicarán los mismos criterios.


  • Las imágenes que ilustran los números musicales están extraídas de internet, lo que explica la baja y dispar resolución de las mismas. Se incluye el enlace para acreditar la fuente e indicar el interés y posibilidad del visionado. Por el cierre de páginas o conflicto de derechos algunos enlaces pueden haber sido cancelados; si se está interesado en visionar algún número musical sin acceso lo más sencillo es introducir en un buscador las palabras clave del número.


  • Como en todo arte de género, el musical se mueve dentro de coordenadas específicas y utiliza convenciones y fórmulas recurrentes. Según el mayor uso de unos u otros recursos resultaría posible catalogar los musicales en subgéneros. A efectos de posicionar las obras y observar la evolución del género a lo largo del tiempo estos serían siete posibles subgéneros o epígrafes para clasificar los musicales.

SUBGÉNERO

CARACTERÍSTICAS

Opereta

Folletín teatral romántico con canciones

Profesionales

Los protagonistas son profesionales del mundo del espectáculo

Fuentes

Historicistas, antecedentes del género

Biopic

Biografías de artistas y compositores

Montaje de un espectáculo

Trama en torno al montaje de un espectáculo musical y la vida de los artistas tras las bambalinas. Incluye los backstage musicals y backyard musicals

Estrellas de cine
(Constellation)

Acumulación de estrellas de cine, con o sin relación con el género, normalmente con fines patrióticos

Patriótica

Propaganda de valores del ejército y exaltación de la patria

Narración musical

Los protagonistas interpretan cualquier rol y las canciones son, idealmente, parte de la trama. El relato puede ser  romántico, fantástico, histórico, comedia, drama, de terror…

Danza

La danza es la protagonista, la música suele reproducirse mecánicamente y ningún personaje canta

Juke Box

Vehículo para la industria discográfica

Ópera cínema

Cine musical construido como ópera


Cualquier clasificación ofrece fallas y, casi todas las películas, grises. Muchas obras por tanto podrían asignarse a más de un subgénero. Pero esto no se pudo hacer tanto a punto, por ser la primera vez, que al fin no quedase alguna mezcla de unos con otros. Querría que todos se contentasen y llevasen en cuenta mi buena voluntad y diligencia. El que así no lo hiciera haya paciencia, que yo no pude más (Del prólogo de Martín Nuncio al Cancionero de Romances).


  • Como conclusión a estas notas, en el apartado SELECCIÓN se ofrece el resumen de la valoración de las películas reseñadas y, a partir de dicha valoración, se ordenan las obras y se resaltan los nombres propios que las crearon.


  • Los textos aquí incluidos fueron publicados en la colección LA ULTIMA CANANA DE PANCHO VILLA, números 670 (2018), 678 y 682 (2019).


1. SANTOS FONTENLA, César. El musical americano. Akal Editor. 1973.